Las PASO celebradas el pasado domingo 12 trajeron sorpresas: el oficialismo perdió en todo el país, con excepción a cinco provincias, incluso en la Provincia de Buenos Aires, tierra histórica del peronismo, en la llamada “Madre de todas las batallas” políticas. Allí, Es Juntos se impuso con el 37%,99 de los votos aportados por la interna entre Diego Santilli y Facundo Manes, por sobre la candidata del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, que logró el 33,64%. En tanto, como tercera fuerza política bonaerense quedó consagrado el Frente de Izquierda y los Trabajadores–Unidad con el 5,22% de los votos, de la mano de Nicolás del Caño y Alejandro Bodart.
En diálogo con Noticias Urbanas, Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por el FIT-Unidad, tras las PASO, opinó.
“Nicolás Del Caño salió arriba de Espert y de Randazzo, a pesar que todas las encuestadoras decían que iba a ocurrir lo contrario. Hoy la izquierda es la tercera fuerza a nivel nacional”.
Mientras tanto, en la Ciudad, ganó por amplio margen María Eugenia Vidal por Juntos Podemos Más, quien compartía interna con Ricardo López Murphy y Adolfo Luis Rubinstein, quienes en suma recolectaron conjuntamente el 48,2% de los votos. Leandro Santoro, el candidato del FdT logró 24,7 puntos; seguido por Javier Milei, de La Libertad Avanza con 13,7 puntos, y en cuarto lugar se posicionó el FIT-Unidad, encabezado por la entrevistada y Celeste Fierro, cosechando el 6,23% de los votos. De esos 6 puntos y medio, el 86,22% (93.742 votos) fue para la lista “Unidad de la Izquierda”, encabezada por Bregman, que le ganó a “Revolucionemos la Izquierda”, la interna encabezada por Cele Fierro, que cosechó el 13,77%.
Estos números dejaron un escenario en el que la izquierda y los libertarios Milei y Espert, principalmente, deberán reforzar sus estrategias y su performance, de cara a las elecciones generales del próximo 14 de noviembre, a fin de reafirmarse como tercera fuera nacional.
En el caso de la izquierda en la Ciudad de Buenos Aires, se podría proyectar un crecimiento de al menos dos puntos al haber quedado eliminados otros partidos de izquierda, cuyos votos podrían migrar a Bregman. Es el caso de los partidos Socialista Auténtico, Política Obrera, Movimiento al Socialismo, Movimiento Libres del Sur y Autodeterminación y Libertad.
Debe contemplarse que estas PASO contó con la participación ciudadana del 70,6% en CABA y se espera que, para las elecciones de noviembre, la participación sea mayor y los votos en blanco (1,4%) sean menos.
-¿Está conforme con los resultados electorales que logró la izquierda en las PASO tanto en Provincia como en Ciudad? ¿Y en el resto de las provincias?
-El Frente de Izquierda Unidad hizo una gran elección, el voto a la izquierda demostró ser un claro mensaje a nivel nacional. La elección de CABA fue la más alta que tuvimos en las PASO desde que se creó el FIT hace 10 años. Pasó lo mismo en PBA, donde Nicolás Del Caño salió arriba de Espert y de Randazzo, a pesar que todas las encuestadoras decían que iba a ocurrir lo contrario.
La izquierda es la tercera fuerza a nivel nacional. Todo el mundo analiza los resultados de la derecha pero lo ven como algo unilateral, también surge por izquierda una alternativa. En Jujuy tuvimos un pico muy importante, nuestro candidato Alejandro Vilca, recolector de residuos obtuvo un 23% de los votos peleando el segundo lugar con el peronismo. En el sur del país también obtuvimos alrededor del 10% de los votos en provincias como Santa Cruz, Neuquén y Chubut, todos lugares donde dimos una fuerte pelea contra el extractivismo o la gran pelea de los autoconvocados de la salud en Neuquén.
El voto al FIT-Unidad es un premio a esas peleas y luchas, lo mismo que acá a nuestra participación en las movilizaciones que se han dado por el pase a planta permanente de los tercerizados de las empresas energéticas o ferroviarias o contra los despidos en aeronáuticos, entre muchos otros conflictos.
-¿Qué opina del fenómeno libertario y los resultados que logró Javier Milei?
-No es casual que desde muchas corporaciones mediáticas se le haya dado tanto aire a Milei o Espert. Porque cumplen el rol de correr la agenda a la derecha, y no discutir la agenda de las mujeres, de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, de las y los jubilados, del ambiente.
Se les permitió decir absolutamente cualquier cosa y nosotros claramente lo enfrentamos. Al igual que vimos en otros países, se intenta canalizar el descontento por la crisis con estas versiones vociferantes de la ultraderecha, que se presentan como “anti sistema” pero que juegan el papel de reforzarlo. Pero también vemos cómo sus modelos se caen. Está en crisis el modelo de Bolsonaro, el modelo de Espert era Chile, que actualmente está en crisis totalmente.
Por el momento, su papel es más similar al de Vox en el Estado Español, que es derechizar el debate político. Aunque tienen votos en sectores populares, que están con justa bronca con los políticos tradicionales, su núcleo fundamental es la radicalización de votantes que anteriormente lo habían hecho por Macri.
-¿Opina que la versión del “voto útil” continúa restándole votos a la izquierda incluso en las elecciones legislativas?
-La izquierda mantuvo su espacio e incluso creció en muchos lugares importantes del país. Hay un sector del pueblo trabajador que no está dispuesto a que le digan que la manera de salir de la crisis es perdiendo derechos. Hay derechización, pero también hay polarización.
Hacia noviembre vamos a pelear por revalidar esta votación y poder ingresar una bancada de diputados y diputadas de izquierda para poner estas bancas al servicio de las luchas.
-¿Las estrategias de campaña del FIT Unidad tendrán alguna modificación de cara a las elecciones generales de noviembre?
-Como todo el mundo, recién estamos realizando las primeras lecturas de la elección y pensando la estrategia hacia la elección de noviembre, que en principio no creemos vayamos a modificar en lo sustancial. Contra los aparatos de los poderosos, el FIT-U plantó bandera para pelear por transformar la decepción en lucha. Que haya un sector que elija que la salida es por izquierda y que trataron de omitir, es una realidad.
Discutimos contra el Fondo, planteamos medidas anticapitalistas, la reducción de la jornada laboral a 6 horas para generar trabajo genuino, contra el extractivismo. Y eso fue ampliamente acompañado.
Lo que es importante es concentrar una alternativa que no te diga ‘quedate en tu casa, sufrí, mascá bronca’, hay que salir a pelearla. Las mujeres tenemos que seguir saliendo a pelear por nuestros derechos.
A nosotros nos van a encontrar peleando en el Congreso pero también en la calle acompañando todos y cada uno de los reclamos. De cara a las elecciones generales de noviembre, vamos a llamar a concentrar el voto en la izquierda, no hay que permitir ninguna dispersión que favorezca a la derecha, salir a pelear para hacer el acompañamiento que seguramente será en la calle.
-¿Cómo analiza el contexto sociopolítico del país actualmente y lo que va de la gestión de Alberto Fernández?
-Fue un gobierno que se mostró muy débil con los poderosos. Tras los cuatro años de ajuste macrista, el Frente de Todos decepcionó a muchos al continuar políticas que deterioraron las condiciones de vida de millones. Cada vez que la derecha avanzó, el gobierno retrocedió. El gobierno nacional redujo la partida social en un 53%. En las últimas 6 elecciones nunca estuvo tan bajo el salario real, cae por cuarto año consecutivo. La gente vota la realidad que está viviendo hoy.
Eso, combinado con los privilegios del poder expuestos en forma obscena, de ninguna manera puede obtener un buen resultado. Y eso hace que la derecha, manteniendo la misma proporción de votos, aparezca como ganadora. Pero en el otro polo también hay una oposición que surge por izquierda y que es necesario concentrar el voto ahí, para pelearla en el Congreso y en las calles, acompañando cada uno de los reclamos. Este resultado expresa por izquierda una parte del descontento con el ajuste de un Gobierno que en 2019 había generado expectativas en millones, que no cumplió.
