Héctor Huici: “Trabajamos para ganar en primera vuelta”

Héctor Huici: “Trabajamos para ganar en primera vuelta”

por Laura Di Marco

El diputado porteño apuesta al triunfo de su partido en la Ciudad sin pasar por la instancia de balotaje. Defendió la decisión de no acordar con Sergio Massa.


Luego de debutar en las primeras PASO reales de su historia, el macrismo se enfrenta ahora a una nueva definición política de alto voltaje: el acompañante del jefe en su candidatura nacional, cuyo nombre tiene que sellarse antes del 20 de junio.

Los nombres de Marcos Peña, Rogelio Frigerio y Esteban Bullrich danzan desde el día en que Mauricio Macri dijo que tenía elegido a su compañero de fórmula, pero en el mundillo político porteño volvió a resonar en las últimas horas el de Gabriela Michetti, casi como un hecho.

“Claramente, en materia de popularidad, conocimiento y posibilidad de sumar votos, la candidata tiene que ser Michetti”, asegura en esta contratapa de Noticias Urbanas el diputado porteño Héctor Huici.

Dirigente del michettismo y hombre del riñón de Federico Pinedo, Huici da por saldada la herida política que dejó la derrota en la interna contra Horacio Rodríguez Larreta y juega todas sus fichas a que el jefe de Gabinete le gane a Martín Lousteau. Confía también en que Macri gane la elección nacional y se anima a adelantar que su jefe político provocará “una revolución” en caso de llegar a la Casa Rosada.

–¿Michetti será la candidata a vice de Macri?

–Podría ser la candidata, como también lo podrían ser otras figuras del partido, como Peña, Frigerio o Bullrich. Cada uno tiene su perfil y cualquiera puede integrar perfectamente el binomio, pero yo creo que a la coyuntura actual aporta más Michetti.

–¿Por qué?

–Michetti es la más popular, claramente. Mauricio y su equipo de campaña tienen que analizar para la fórmula quién aporta más popularidad, además de quién es más confiable para ser vice y genera la gobernabilidad futura que necesita la Argentina.

–Ella ya fue vice en la Ciudad, ¿aceptaría serlo de nuevo en la Nación?

–Si se lo ofrecen, creo que debería aceptar.

–Terminadas las PASO, ¿cómo analiza la campaña de Larreta, cuyos principales contrincantes quieren que debata públicamente?

–Ya hay un debate programado para el 24 de junio en TV, y él ya ha dicho que va a ir.

–Sí, pero la oposición quiere más instancias.

–La oposición tiene que comunicarle al vecino las cosas que piensa hacer mejor que Pro. No debería preocuparse tanto por si se debate o no. Tampoco vas a hacer un debate por día. Nosotros planteamos nuestras propuestas y las avalamos con ocho años de gestión.

–¿Se puede ganar en primera vuelta?

–Históricamente, nunca sucedió. Es difícil, pero no es imposible. Vamos a trabajar para ganar en primera vuelta.

–De acuerdo a las PASO, el candidato a derrotar es Lousteau. Pero Recalde dice que es lo mismo que Larreta. ¿Es así?

–Si yo estuviera en el lugar de Recalde o si fuera su asesor trataría de plantear que la real alternativa al Pro es el frente que él encabeza. Es una jugada política.

–Si Larreta y Lousteau llegan a segunda vuelta, ¿adónde irán los votos del resto?

–No creo que si mañana todos los candidatos que no llegan a balotaje dijeran que tienen que votar a Lousteau la gente necesariamente los seguiría como un rebaño. De los dos candidatos que quedan, la gente va a valorar quién tiene las mejores condiciones para gobernar.

–Lousteau casi empardó a Michetti en las PASO, ¿esperaban mayor diferencia?

–Fue un punto menos que Michetti, pero en lo personal no me sorprendió. No fue una elección que estuvo fuera de un escenario lógico. Me hubiera sorprendido que tercero hubiera salido el Frente de Izquierda.

–¿Cuánto fortalecen las elecciones porteñas a la candidatura de Macri?

–Macri se paró como el candidato del no-kirchnerismo. Y va a polarizar con Scioli, siguiendo las encuestas.

–¿Por qué Macri acordó con Massa en 2013 y ahora no?

–La vez pasada hubo la necesidad de conformar un frente ante lo que se avecinaba si ganaba el kirchnerismo: la reforma de la Constitución para permitir un nuevo período de Cristina.

–Pero eso era un supuesto, ella nunca lo planteó públicamente.

–Nunca dicen lo que van a hacer. Tampoco dijeron que iban a confiscar YPF y un día lo hicieron. La verdad es que Cristina nunca lo dijo, pero gente muy cercana a ella, como Diana Conti, dijo que quería una Cristina eterna.

–Se juntaron entonces en 2013 contra la re-re. ¿Cuál es el panorama ahora que impide un acuerdo Macri-Massa? ¿Hay muchos egos en la política?

–Acá no hay una cuestión de egos. Pro tomó una decisión de recorrer su sendero planteando que es lo nuevo en la forma de hacer política. Y Pro lo hizo cuando Macri estaba muy abajo en los sondeos. No fue una decisión oportunista. Lo que no significa que en temas puntuales no se pueda estar de acuerdo. Yo no veo que haya ese temor de que si no se juntan va a ganar el kirchnerismo.

–¿En la Legislatura hay tanta división política como parece haber en el Congreso?

–Nosotros no tenemos mayoría en muchos aspectos, por lo que siempre hemos tenido un ejercicio de diálogo. En algunos casos, esos acuerdos se han dado con el Frente para la Victoria y en otros con lo que en su momento fue Unen y hoy es ECO. Hay diálogo y respeto.

–Si gana Scioli, ¿cree que va a cambiar la confrontación política de la cual la oposición culpa al kirchnerismo?

–Scioli aparece como alguien más dialoguista, pero acá el gran tema es con cuánto poder y grado de condicionamiento llegaría. No hay que esperar que Scioli haga una revolución y deshaga todo lo que hizo el kirchnerismo o investigue sus latrocinios. Alguien que ha aceptado demasiadas humillaciones personales no creo que tenga el coraje y la decisión de enfrentar a un kirchnerismo que tenga vocación de seguir ejerciendo el poder.

–¿Y usted dice que Macri va a hacer esa revolución?

–Lo dije en sentido figurado (risas). Creo que con Macri va haber un cambio en la forma de relacionarnos políticamente entre los distintos sectores de la Argentina. Acá hay pensamientos muy diversos, muchos adhieren al kirchnerismo y eso hay que respetarlo. Hay que trabajar sin pensar que somos los dueños exclusivos de la verdad. A nosotros nos gusta el consenso porque eso te genera lo mejor en el largo plazo; así se evitan barquinazos de un lado al otro que le terminan haciendo mal a la Argentina. Desde ese punto de vista, sí va a hacer revolucionario: no se va a ver al que piensa distinto como a un enemigo del que solo cabe esperar su derrota

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