El intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, sumó un nuevo espaldarazo a su precandidatura a gobernador bonaerense. Esta vez fue de su par de Castelli (Quinta Sección electoral), Franscisco Echaren, quien afirmó que sería “un honor que el próximo” mandatario provincial sea el menor del clan Mussi.
El encuentro tuvo lugar ayer y fue en el marco de la recorrida que realiza el berazateguense por varias localidades del territorio provincial, en las que ya cosechó el apoyo explícito de sus pares Mario Secco (Ensenada, Tercera Sección) y Osvaldo Cáffaro (Zárate, Primera Sección).
Autodefinido como “ultra K”, Mussi dijo en el acto de Castelli que es “muy orgánico” en la política, como “todos los peronistas” y que “cuando llegue el momento” se pondrá “a disposición de nuestra conductora que es la presidenta Cristina Kirchner”.
Sin medias tintas, el hijo del otrora mandamás de Berazategui y hoy legislador provincial, Juan José Mussi, se encolumna en el kirchnerismo más duro –pero separado de Unidos y Organizados- que encarna la agrupación Los Oktubres, fogoneada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, y que nuclea a intendentes de varias provincias, entre ellos una veintena de bonaerenses.
Esta postura lo aleja del principal candidato kirchnerista a suceder a Cristina, el gobernador Daniel Scioli, a quien en poquísimas oportunidades se lo oye nombrar como una de las figuras posibles para acceder al Sillón de La Plata.
De hecho, el sábado pasado en el acto del Teatro Argentino en la capital provincial (en el que reunió a casi 3 mil funcionarios), Scioli nombró solamente a su vice, Gabriel Mariotto, y al intendente matancero Fernando Espinoza, como “quienes tienen aspiraciones” a ser gobernador. Sugestivas ausencias las del resto en el discurso de un hombre que se sabe calculador en todo lo relativo al mensaje.
Si bien tampoco nombró a un hombre de su riñón como es Santiago Montoya (un cordobés que también quiere gobernar la provincia más grande), lo de Mussi llama la atención al ser un intendente en actividad y contar con una estructura de bajo perfil mediático pero notable poder territorial, como es Los Oktubres.
El otro precandidato a gobernador con quien Scioli taxativamente es distante es el director de la Anses, Diego Bossio, que según fuentes del peronismo bonaerense ya habría cerrado un acuerdo para encolumnarse en la postulación presidencial del ministro Florencio Randazzo.
Mientas tanto, el gobernador prosigue sus contactos con jefes comunales: anoche reunió en la sede porteña del BAPRO a nueve intendentes bonaerenses de partidos vecinalistas, entre ellos el marplatense Gustavo Pulti.
