Indignación en las calles: cacerolazos contra la represión a los jubilados

Indignación en las calles: cacerolazos contra la represión a los jubilados

Cientos de personas realizaron una protesta para rechazar la represión policial.


Cientos de ciudadanos se unieron el miércoles a la noche a un cacerolazo en diversos lugares del país para condenar la represión policial que ocurrió durante la protesta de jubilados frente al Congreso. La manifestación resonó intensamente en barrios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), así como en varias ciudades del interior.

El cacerolazo fue organizado a través de redes sociales por diversas agrupaciones políticas y sociales, incluyendo a la exdiputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, tras la circulación de imágenes que mostraban los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Los asistentes manifestaron su desacuerdo con las acciones de la Policía Federal y la Policía de la Ciudad, que utilizaron gases lacrimógenos, camiones hidrantes y balas de goma para desmantelar la protesta.

La jornada de reivindicación de los jubilados, que recibió el respaldo de hinchadas de fútbol y grupos sociales, resultó en varios heridos y arrestos, entre ellos el fotógrafo Pablo Grillo, quien sufrió una grave herida en la cabeza debido al impacto de un cartucho de gas lacrimógeno.

Cacerolazos en CABA

En el Área Metropolitana las cacerolas se hicieron sentir en los barrios porteños de Caballito, Almagro, Congreso, Colegiales, Villa Crespo, Palermo, Paternal, Lugano y San Telmo, pero también en barrios de bonaerenses de Ramos Mejía, Vicente López y Avellaneda.

La gente caceroleó desde los balcones y en algunos barrios salió a cortar la calle o a marchar hacia la Casa Rosada -cantaban el recordado “Que se vayan todos”-, donde la custodia fue reforzada. La quinta de Olivos también fue lugar de protestas. Hasta allí llegaron cacerolas y cánticos contra el gobierno de Javier Milei. Pero las cacerolas siguieron sonando. Incluso, cerca de la medianoche, llegaron hasta Plaza de Mayo.

Las redes sociales se inundaron de videos y testimonios que muestran la crudeza de la represión. Manifestantes heridos, detenciones arbitrarias y un despliegue desmedido de la fuerza dejaron al descubierto la estrategia de Bullrich: instaurar el miedo, disciplinar la protesta y criminalizar la oposición.

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