La tasa de pobreza de la primera parte del año ascendió a un 43% de la población de la Argentina, la tasa más alta desde 2004, según un estudio de la Universidad Di Tella. En el segundo semestre del 2022, la casa de altos estudios había estimado un nivel de pobreza del 40,2%, contra el 39,2% que informó el Indec para el mismo período.
En la hiperinflación de Raúl Alfonsín la pobreza había llegado al 48%, bajó al 16% en 1994 y subió al 26% en 1999, según la serie histórica oficial reconstruida por Leopoldo Tornarolli.
El pico según la serie del Indec se alcanzó en el primer semestre del 2003 con un 54% de pobres; bajó al 44% en 2004, 38,9% en 2005, 31,4% en 2006 y luego comenzó la distorsión de las estadísticas del Indec primero en el gobierno de Néstor Kirchner y luego de Cristina Kirchner hasta fines del 2015.
De hecho, en 2013 se dejaron de publicar las cifras y el entonces ministro Axel Kicillof sostuvo que la medición de la pobreza era “estigmatizante”. El último dato de ese semestre, según el Indec, fue del 4,7% La Universidad Católica Argentina calculó que en 2015 la pobreza afectó al 28,7% de las personas cuando Cristina Kirchner dejó el poder.
En 2016 se retomó en el gobierno de Mauricio Macri esta serie –aunque sin un empalme- y la primera cifra del Indec normalizado arrojó un 30,3%; en 2017 bajó al 28,6% en el primer semestre y al 25,7% en el segundo; en 2018 subió al 27% y 32%, respectivamente; y en 2019 se estacionó en el 35%.
Durante el gobierno de Alberto Fernández, en 2020 –con la pandemia- llegó al 42% en el segundo semestre, descendió en 2021 al 40,6% en el primer semestre y al 37,3% en el segundo; y en 2022 fue del 36,5% y del 39,2%, respectivamente.
Para la UCA, en la segunda mitad del año pasado la tasa de pobreza fue del 43,1%, “afectando con mayor fuerza a la población más vulnerable. Sin embargo, los nuevos pobres pre y post-pandemia provienen de las clases medias tradicionales no profesionales”.
La medición
Según la UTDT, “el nowcast de pobreza estima la incidencia de la pobreza, medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral. Se actualiza todos los meses y la estimación está basada en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC junto a proyecciones de la canasta básica total (CBT) utilizando el Indice de Precios al Consumidor y a proyecciones de los deciles de ingreso total familiar”.
En este caso, “la CBT promedio de la región del Gran Buenos Aires (GBA) para el semestre de referencia se estimó en $ 59.727 por adulto equivalente. Esto es un aumento interanual de 111.6%. Para el promedio del ingreso total familiar (ITF) se proyectó para el semestre un incremento interanual de 76.8%”.
La inflación del último año fue del 114% y los analistas privados consultados por el Banco Central prevén que llegue al 171% en los próximos 12 meses; hasta abril, la CBT del Indec creció 113,5% en un año y la CBA (que mide la indigencia) el 121%, ambos datos por encima de la inflación.
“Con estos datos y la simulación de los microdatos de la EPH del cuarto trimestre de 2022, el primero y el segundo de 2023 se proyectó la tasa de pobreza”, concluyó el demoledor informe.
La opinión de los especialistas
El experto en estadísticas sociales Martín González Rozada estimó “una tasa de pobreza de 43.4% para el semestre Diciembre 2022-Mayo 2023 con un intervalo del 95% de confianza entre [41.8%, 44.9%]”.
“La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 41.2% para diciembre de 2022, 42.3% para el primer trimestre de 2023 y 46.0% para el bimestre abril-mayo de 2023″, indicó el investigador del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la UTDT.
Según el econometrista, “esta proyección sugiere que el 43.4% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La población urbana capturada por la EPH en el semestre de referencia se estimó en alrededor de 29.1 millones de personas lo que implica que alrededor de 12.6 millones viven en hogares urbanos pobres”.