Los intendentes massistas, especialmente quienes se encolumnaron con el tigrense desde un principio, comentaban entre sí ayer su malestar por la extravagancia de las declaraciones del presidente del bloque en Diputados, Darío Giustozzi, en una entrevista al matutino Clarín publicada este miércoles.
“Algunos están un poco molestos por su exceso de personalismo. Él se pone en un lugar muy por encima del resto, que es lógico si quiere ser gobernador, pero que puede disgustar a otros que están alineados a Massa de mucho antes que él, dijo en expresa reserva un intendente de la Cuarta Sección.
Desde el sur de la Provincia, otro jefe comunal, de inobjetable cercanía a Massa, consideró que Giustozzi “es un buen intendente, pero su problema es tiene demasiado ego”, e ironizó que el diputado “se cree que puede ser presidente de Estados Unidos”.
“Veo malestar en los dirigentes que gobiernan ciudades importantes y él los ningunea. Se pone en una postura por encima que no suma amigos y entre nosotros la humildad es muy importante”, agregó.
Hubo un jefe comunal que ayer por la tarde, incluso, en su leyenda debajo de su nombre en un famoso sistema de chat de telefonía celular, escribió: “Alter ego o alto ego?”. Es que Giustozzi ayer fue la comidilla (y hazmerreír) entre varios massistas puros que no dudaron en comentar lo “chupamedias” de sus declaraciones.
En una entrevista publicada en el matutino porteño Clarín, el actual diputado dijo ser “casi el alter ego” de Massa y que “son muy parecidos aunque con experiencias militantes distintas”, además de considerarse “el más progresista” del FR.
También un legislador de la Primera Sección opinó consultado por Télam que “con un estilo cuestionable, Giustozzi a la vez que se pone en obsecuente, marca la cancha para ser gobernador”.
Tampoco pasó desapercibido para varios referentes massistas que Giustozzi se proclamó candidato a gobernador obviando a Gustavo Posse y Jesús Cariglino, dos de los otros elegidos por Massa para recorrer la Provincia de cara a competir por la gobernación en 2015.
Si bien las quejas por ahora son por lo bajo y pidiendo discreción, desde el massismo, a medida que pasan los meses, afloran algunas rispideces entre quienes buscan un destino personal más allá de la candidatura presidencial de Massa.