El ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, reapareció y se mostró con el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro. La recorrida, cerrada para la prensa, por un viejo bunker narco que se transformó en el comedor Gargantitas fue la primera actividad en la que se mostró luego de su foto con Patricia Bullrich, quien lo bendijo el martes pasado para ser el sucesor del jefe de gobierno porteño y provocó una crisis interna en el gabinete porteño.
En Uspallata, no niegan que “hay tensión” y enojo en el gabinete luego de la postal con Bullrich. Aunque buscan minimizar la situación diciendo que aún no hay una “decisión expresa” sobre cómo lidiar con el primo del expresidente, que ahora apoya a la rival del jefe de gobierno porteño en la carrera para llegar a la Casa Rosada. La reunión de mesa chica que suelen realizar los lunes, de la cual participa Jorge Macri, se suspendió.
En la sede gobierno porteño reconocen que sería inevitable que en una actividad con Larreta la prensa pregunte por su relación. Prefieren por ahora evitar ese momento que podría ser incómodo. Apuntan también que el enojo en el gabinete puede explicar que algunas actividades “se posterguen”.
El comedor Gargantitas demuestra que se puede ganar la guerra contra el narcotráfico. Con Marcelo estuvimos en ex búnker narco, que hoy es un merendero. pic.twitter.com/ETUz3i1WMj
— Jorge Macri (@jorgemacri) November 2, 2022
El indicio del cambio de exposición del intendente de Vicente López en uso de licencia fue que no asistió a la presentación de la Dirección de Operaciones Motorizadas de la Ciudad, el martes pasado, cuando antes solía presenciar ese tipo de actividades. La cartera de Seguridad como la de Educación eran quizás las que más lo incluían en sus actividades en agenda.
Desde su desembarcó en el gobierno porteño, en diciembre pasado, Jorge Macri ocupó un rol protagónico. Como ministro de Gobierno, se sumó a las agendas de varios ministerios y se mostraba en varias actividades de gestión. Acumulaba más de una foto por semana con integrantes del gabinete porteño y también con Rodríguez Larreta. Eso ahora cambió.
En Uspallata repetían que se había integrado muy bien y estaban “cómodos”. Lo consideraban una incorporación positiva porque luego de la partida de Diego Santilli, que dejó la gestión porteña por la campaña legislativa en la provincia de Buenos Aires, volvían a tener a un “hábil declarante” con presencia en medios.