A pocos días de que el mundo centre su atención en Latinoamérica por los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro, la precaución por un posible atentado terrorista se incrementa desde el Gobierno de Mauricio Macri.
Una serie de ítems ya habían despertado la preocupación oficial en torno a un posible accionar terrorista por parte del ISIS: el hackeo de la web de la Intendencia de Resistencia, Chaco; la amenaza de ataque al “corazón del Vaticano”; la detección de células del ISIS en Argentina con pretensión de ataque durante los JJ. OO., más precisamente en la zona fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, entre otros.
Así, agentes de seguridad y defensa del Gobierno no descartan que la Argentina sea atacada por grupos fundamentalistas islámicos.
Incluso, en forma de prevención, un agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) había declarado hace unas semanas: “Hay que cuidar las iglesias: no tienen salidas de emergencia, ni matafuegos, ni nada. Y en las celebraciones todo el mundo está mirando hacia adelante, al altar. Con un bidón de nafta y alguien que bloquee la salida ya provoca un desastre”.
Sin embargo, el pueblo argentino no sólo desestimó un posible ataque, sino que también se burló de ello a través de las redes sociales y el hashtag #PrayForArgentina (Rezá por Argentina), el cual suele ser utilizado cuando algún país sufre una gran catástrofe. Y así, una lluvia de memes y chistes inundaron Twitter y lo convirtió en Trending Topic durante varios días. Aún así, muchos también se enojaron frente a esta subestimación y optaron por la precausión.
Ante la desorientación de la Argentina frente a esta temática de la cual nos suponemos distantes y ajenos, este medio dialogó con Eduardo Martínez, analista internacional, para desterrar mitos y conocer la magnitud de la problemática a la que ahora se enfrente la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
-¿La Argentina se encuentra frente a una posibilidad verosímil de sufrir un ataque terrorista o estamos fabulando?
Argentina puede ser blanco de ataque como cualquier parte del mundo. ISIS está ahora en una etapa en la que intenta asentar la idea de que tiene alcance mundial. ¿Y por qué esto? Lo primero que hay que saber es que ISIS era Al Qaeda en Irak, pero cuando Osama Bin Laden es asesinado ellos se desprenden por no estar de acuerdo con el nuevo conductor de Al Qaeda, que es Aymán al-Zawahiri. Entonces deciden armar su propio grupo y su propio territorio que abarca norte de Irak, parte de Siria y otras zonas.
Entonces, primero tuvieron que emular a Al Qaeda, que era el gran grupo, y lo logró a través de una gran campaña mediática de ejecuciones públicas, porque lo que tenía Al Qaeda era que estaba en una gran cantidad de países como célula.
-¿Agrava la situación que los Juegos Olímpicos se realicen en el país vecino de Brasil?
Como decía, ISIS está en un proceso de demostrar que está en todas partes del mundo, por eso encontramos algún atentado en Medio Oriente, en norte de África, en Europa, en Estados Unidos. La verdad es que los analistas estamos esperando un ataque en Latinoamérica. Estamos soberanamente preocupados por los Juegos Olímpicos, que tienen una gran exposición mediática. Y, si consideramos las últimas dos grandes competencias en nuestro continente y en Europa que se desarrollaron a nivel futbolístico, esos países fueron atacados durante esas competencias.
La Argentina particularmente no está exenta de nada y a veces el error es pensar que es bueno estar alejados de Medio Oriente. Un atentado en un lugar alejado del mundo, para ellos es una demostración de poder importante, es por eso que la Argentina debe estar preocupada.
-Con la amenaza terrorista de atacar al “corazón del Vaticano” la Argentina se estremeció al suponer que esto la convierte en un blanco más apetecible, ya que es la cuna del Papa Francisco. ¿Es esto correcto?
Creo que el Vaticano es apetecible para ellos, es quizás más preocupante que sea allí, a que sea acá. Yo no creo que la Argentina para el ISIS se vuelva más apetecible por ser la cuna del Papa.
Argentina es preocupante por otros motivos. Hemos tenidos dos atentados que no supimos resolver, y hemos demostrado ser muy permeables en el tema de seguridad y ser muy malos también investigando nuestros propios atentados.
Yo recuerdo que, dando una conferencia de terrorismo, que parte del equipo del juez Galeano se jactaba de que tardaron diez años en darse cuenta de que el volquete que estaba en la puerta de la AMIA estaba vacío. Se trabajó muy mal en la Argentina. Tiene fronteras muy permeables y complejas. Es un buen lugar para ejecutar un atentado y huir a otro país rápidamente. Tiene muchos problemas, como falta de tecnología en las fronteras.
Entonces, creo que tenemos que preocuparnos más por eso que por el hecho de que el Papa sea argentino.
-¿Debemos preocuparnos por la inmigración de sirios al país?
No, en lo absoluto, en la medida en que la inmigración sea controlada. Un inmigrante debe venir con documentación, pruebas de origen y demás elemenos identificatorios. No es que simplemente se los deja pasar.
No es como está pasando ahora con la inmigración en Europa, que son oleadas de muchas personas que han cruzado, por ejemplo, el Mediterráneo, y que quienes los cruzaban, para garantizarse un pago posterior les quitaban los documentos y después no se los daban. Entonces llegaban indocumentados y tenían que creerles quiénes ellos decían ser y de dónde venían. Así fue como, lamentablemente, se filtraron muchos de los yihadistas atacaron en Francia.
Pero lo cierto es que la inmigración no debería complicarnos, al contrario. Sino que el problema es que ISIS ve a todos aquellos que se escapan de la guerra y que no se quedan ayudando a combatir el régimen de Bashar Al-Assad en Siria, se los considera como traidores.
Puede no estar bien visto, políticamente, que Argentina reciba inmigrantes. Pero los inmigrantes sirios merecen una oportunidad.
-A propósito de tu énfasis en déficit de los gobiernos argentinos en enfrentarse a atentados, desde la AFI señalan que pondrán atención a las iglesias y aquellas zonas donde vivió Bergoglio por considerarlos puntos de ataques factibles. ¿Estás de acuerdo o deberían centrar su atención en otras medidas de prevensión?
Generalmente, ISIS no ataca blancos duros, ataca blancos blandos. Me refiero, los blancos duros son los que tienen capacidad de respuesta, por ejemplo, una unidad militar, donde va a haber guardias que van a repeler el ataque, pero una iglesia, una escuela o un bar son blancos blandos porque nadie espera una respuesta inmediata.
Teniendo en cuenta que ISIS ha trabajado mucho con los blancos blandos, un ataque a una iglesia puede ser, pero es una visión muy pequeña de todo eso. Han atacado teatros, puesto bombas en plazas, se han subido a colectivos y se han inmolado… Por eso pensar en cuidar un par de iglesias es una mirada extremadamente pobre, es no entender el problema.
Pero no he conocido ningún gobierno que no haya tenido un ego inmenso en tema de seguridad y que piense, al momento de asumir, que sabe todo lo que tienen que hacer y no he visto a ninguno que sume analistas de seguridad o internacionales para pedir asesoramiento y escuchar otras ideas. Por ejemplo, en Estados Unidos después del 11 de Septiembre (atentado en las Torres Gemelas), el gobierno de Bush tuvo la loca idea de llamar, por ejemplo, a productores de Hollywood, quienes constantemente están creando grandes atentados o catástrofes para el cine a fin de que les den ideas de posibles blancos y, la verdad, es que aportaron muchas buenas ideas.
-¿Considerás que el equipo de Patricia Bullrich está capacitado para hacer frente a posibles ataques terroristas en el país?
Es un gobierno nuevo que en este primero tiempo tuvo muchas idas y vueltas, muchas tomas de decisiones y después se arrepienten, y eso en seguridad se paga caro. No veo ni bien ni mal que esté Bullrich al frente, porque no son solamente las personas las que importan en materia de seguridad, es la idea la que prevalece.
-Como analista internacional, ¿qué podrías aportar o asesorar al Gobierno nacional?
Lo primero que hay que hacer aquí en Argentina es un protocolo de qué hay que hacer en el momento de un ataque terrorista y cómo actuar en las horas posteriores.
Por ejemplo, en el momento en que se ejecuta un atentado en un país todos los vuelos tienen que estar cancelados y los aviones que estén en vuelo tienen que ir a tierra inmediatamente. No pueden salir micros de las terminales por algunas horas; hay que inmovilizar a los atacantes.
Lo siguiente es cuidar la zona del atentado como si fuera una escena del crimen. En AMIA pisoteamos mucho la escena intentado ayudar a las víctimas y a veces la complicamos más, inclusive perdimos muchos datos en las primeras horas.
Acudir al registro de llamadas, cámaras, emails de al menos los últimos dos meses antes del atentado de los principales sospechosos, ya que éstos se organizan en tres grupos: el de inteligencia, el que termina haciendo reconocimiento y el grupo ejecutor, que aparece en los últimos días, o como mucho dos semanas antes del ataque. Por eso es importante revisar ese flujo de personas que entraron en los últimos dos meses.
Es decir, hay muchas cosas que hacer y eso requiere un protocolo, pero en la Argentina no existe. La verdad es que a veces se toman las decisiones tarde y se improvisa mucho. Necesitamos trabajar parecido al FBI a lo que respecta a prevención, donde califican a las amenazas en tres niveles: creíbles, confirmadas e inminentes. “Creíbles” es que la fuente viene de un sector sospechoso, “confirmada” es que se sabe exactamente de dónde viene, e “inminente” es que se sabe más o menos en qué fecha se efectuaría. Si una amenaza tiene al menos dos de esos elementos hay que considerarla como muy importante. Todo esto hay que tenerlo en la Argentina.