En medio de la polémica que envolvía al uso de la cadena nacional en plena veda electoral, a raíz de una presentación judicial realizada por el diputado Manuel Garrido para que evitar el anuncio de un nuevo aumento a los jubilados, y la conmoción que generó la denuncia presentada por Jorge Lanata contra el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en la que lo vinculó con el triple crimen de General Rodríguez y el tráfico de efedrina, la presidenta Cristina Kirchner rompió el silencio.
Luego de comunicar una suba del 12,49% a partir del 1º de septiembre para los jubilados, llevando la mínima a los $ 4.299,06, la jefa de Estado se refirió a la serie de acusaciones que fueron apareciendo en su contra y de funcionarios del gobierno nacional, en el marco de la que fue la cadena nacional Nº 31 del año.
Estuvieron presentes Daniel Scioli y Carlos Zannini, integrantes de la fórmula presidencial del FPV; los precandidatos a gobernador bonaerense del kirchnerismo, Aníbal Fernández y Julián Domínguez; el ministro de Economía, Axel Kicillof; el director Ejecutivo de ANSES, Diego Bossio; y el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, entre otros.
Al recordar el informe de Periodismo Para Todos contra su ministro coordinador, Cristina sostuvo que “jamás metería a un procesado por narcotráfico” en su casa, en lo que fue un tiro por elevación a la diputada nacional y precandidata presidencial del Frente Cambiemos, Elisa Carrió, quien reconoció haber prestado su departamento para que José Luis Salerno, uno de los involucrados en la causa del triple crimen, declarara en contra de Fernández.
En ese sentido, la mandataria sostuvo que el trabajo de Lanata tuvo una “clara intención electoralista y para perjudicar”, al tiempo que cuestionó que se haya entrevistado a Martín Lanatta, “un preso condenado a cadena perpetua”.
Con respecto a su persona, la Presidenta, que en los últimos tiempos se mantuvo en el ojo de la tormenta por el caso Hotesur y la posterior destitución del juez de la causa, Claudio Bonadio, expresó: “Acá estoy sin fueros porque no le tengo miedo a ningún juez pistolero, mafioso ni extorsionador”. “La única absolución que yo necesito y quiero es la de la historia y el pueblo”, completó.