A las 18 cerraron las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, donde más de dos millones y medio de porteños estuvieron habilitados para votar al próximo jefe y vicejefe de Gobierno, así como legisladores locales y comuneros, presidente y vicepresidente. A diferencia de las primarias PASO, no se registraron demoras con el sistema de votación unificado con voto de papel. La votación se realizó en 7326 mesas, distribuidas en 1099 establecimientos porteños.
Jorge Macri (Juntos por el Cambio), Leandro Santoro (Unión por la Patria), Ramiro Marra (La Libertad Avanza) y Vanina Biasi (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) compitieron en las urnas para suceder a Horacio Rodríguez Larreta.
De acuerdo a los primeros datos conocidos, el candidato de Juntos por el Cambio (JxC) Jorge Macri se está imponiendo en la elección, pero no le alcanzaría para evitar la segunda vuelta con el candidato de Unión por la Patria (UP), Leandro Santoro y en quedaría relegado al tercer lugar el candidato de La Libertad Avanza (LLA), Ramiro Marra.
Qué dice el Código electoral
Para ganar en primera vuelta en la Ciudad de Buenos Aires, los candidatos deberán obtener más del 50% de los votos válidos, sin contar a los blancos y los nulos. En el caso contrario los 2 candidatos más votados protagonizarán una segunda vuelta dentro de los siguientes 30 días a la elección general.
El sistema electoral porteño plantea una modalidad distinta al escenario nacional, donde el candidato presidencial más votado debe obtener el 45% de los sufragios o el 40% y una diferencia de 10 puntos con el segundo postulante.
Los cambios en el sistema de votación
A diferencia de las PASO, los porteños votaron en las generales con boletas en papel. Luego de las varias irregularidades detectadas con el uso de la Boleta Única Electrónica (BUE) en Agosto, la jueza con competencia electoral en CABA, María Servini, determinó que había que volver al sistema tradicional. El cambio modificó radicalmente la composición del cuarto oscuro respecto de la última vez. No hubo máquinas para votar Jefe de gobierno, y las autoridades de mesa volvieron a estar fuera del aula.
Como la elección siguió siendo “desdoblada y concurrente”, hubo dos cuerpos de boletas distintas: una con las categorías nacionales y otra con las locales. Los votantes debieron introducir ambas boletas dentro de un mismo sobre, que luego depositaron dentro de una sola urna. Según la jueza, la elección con las máquinas habían sido “los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años en esta Ciudad”.