El alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, ha decidido implementar un rediseño en las estructuras del Estado local, lo que incluirá, entre otras modificaciones, la disminución tanto del rango como de la cantidad de áreas dedicadas a las políticas de género. Esta acción se alinea con la dirección que el mandatario estableció al comienzo de su administración y que ha intensificado en el presente año.
Además, se trata de centrar la atención en un asunto que está en el epicentro del debate público en estos momentos, especialmente tras el discurso ofrecido por Javier Milei, Presidente de la Nación, en Davos.
Los ajustes se llevarán a cabo en las áreas bajo la supervisión de la Vicejefatura de Gobierno de la Ciudad, liderada por Clara Muzzio, la dirigente porteña que presta especial atención a estos asuntos. En el día en que Donald Trump asumió la presidencia, la vicejefa de Gobierno compartió una imagen del discurso del mandatario estadounidense con un gráfico de televisión que afirmaba “solo existen dos géneros: femenino y masculino”.
La responsabilidad de monitorear y ejecutar esta reestructuración recae en Gabriel Sánchez Zinny, el jefe de Gabinete de la ciudad. Es el encargado de supervisar todas las modificaciones que se implementen.
La vicejefatura del Gobierno supervisa cinco subsecretarías, entre ellas la de la Mujer, liderada por la politóloga Carolina Barone. Esta dirigente encabeza la Secretaría Nacional de Mujeres del Pro, abanderando la causa de la agenda de género y los feminismos. El lunes, fue entrevistada en el programa de streaming de los periodistas Lara López Calvo y Gonzalo Aziz, donde expresó su preocupación en caso de que el Gobierno nacional elimine el término “Femicidio” del Código Penal, lo que podría permitir que 306 reclusos condenados por ese delito obtengan libertad condicional al no enfrentar ese agravante.
Barone no seguirá al frente de la subsecretaría de Mujer de la Ciudad, aunque sí continuará en el rol que ejerce dentro del Pro nacional. La subsecretaría será desarticulada y se reconvertirá el área en dos direcciones. Por un lado, la Dirección de Violencia que tendrá bajo su responsabilidad la Línea 144. No sería Violencia de Género sino Violencia. La diferencia no es menor. En el medio de su batalla cultural, los libertarios tiene una concepción netamente biológica de la sexualidad y discrepan de otros enfoques en torno a la identidad sexual. Desde esa mirada, no creen en el concepto género. Es en este marco, con ese debate instalado sobre la opinión pública, en el que Jorge Macri y Muzzio ejecutan estas modificaciones en el Gobierno porteño.
Mientras que la otra dirección se centrará en la Autonomía Económica de la Mujer, que busca implementar políticas que favorezcan la “igualdad real” en términos de oportunidades y trato en el ámbito laboral. A su vez, se elevará el estatus de la Dirección General de Investigación de Políticas para personas con Discapacidad, que se convertirá en una subsecretaría bajo la supervisión de la vicejefa de Gobierno. Este es uno de los asuntos prioritarios en la agenda de Muzzio.
Se anticipa que estos cambios se formalizarán en el Boletín Oficial de la Ciudad. Desde el inicio de este año, Jorge Macri ha llevado a cabo una serie de anuncios y reformas en el Gobierno de la Ciudad, con el fin de imprimir un sello propio a su gestión, abordando temas y modificaciones que resuenan con la “batalla cultural” libertaria, aunque bajo la bandera del Pro. El Jefe de Gobierno porteño tiene como objetivo reafirmar conceptos tales como “austeridad” en el manejo de los recursos públicos y “orden” en el espacio urbano.