Jubilaciones: Argentina quedó anteúltima en un ranking internacional

Jubilaciones: Argentina quedó anteúltima en un ranking internacional

El reporte compara los sistemas de retiro de 43 países.


El resultado se desprende de un estudio global que arroja luz sobre cómo 43 naciones diferentes están preparando a sus poblaciones envejecidas para el retiro. El sistema argentino, dentro de ese análisis, quedó ubicado anteúltimo. 

El sistema de pensiones argentino fue calificado con la nota D en el Índice Global de Pensiones del Instituto Mercer CFA, publicado este martes. Es la cuarta calificación de cinco posibles. Ninguno de los países analizados obtuvo la más baja, la E.

El anteúltimo escalón, explica el estudio, corresponde a sistemas de jubilaciones y pensiones “que tiene algunas características deseables, pero también tiene importantes debilidades y/u omisiones que deben ser abordadas; sin estas mejoras, su eficacia y sostenibilidad se ponen en duda”.

Los sistemas de pensiones de India, Japón, Corea del Sur, México, Filipinas, Tailandia y Turquía recibieron la misma calificación que la Argentina, aunque estén algo por encima en el ranking.

El análisis pertenece a la firma Mercer y el CFA Institute y se centra sobre tres variables: adecuación, sustentabilidad e integridad.

En base al primer parámetro, un sistema jubilatorio ideal debería proporcionar una pensión mínima a los pobres que representa un porcentaje razonable de los ingresos medios de la comunidad. También debería alcanzar al menos un 70% de tasa de sustitución neta (después de impuestos) en el momento de la jubilación para un trabajador a tiempo completo con una renta media. Y al menos el 60% de las prestaciones de jubilación acumuladas deberían ser utilizadas como un flujo de ingresos

En términos de sustentabilidad, Mercer y CFA Institute fijan como objetivo máximo que al menos el 80% de la población en edad de trabajar debe estar afiliada a planes de pensiones privados. También que los activos actuales de los fondos de pensiones deben ser superiores al 100% del PIB para financiar las obligaciones futuras en materia de pensiones y, por último, que la tasa de participación de la población activa de entre 55 y 64 años debe ser de al menos el 80%.

Por último, en lo que hace a integridad del sistema, propone un regulador prudencial fuerte que supervise los planes de pensiones privados, comunicación periódica a los afiliados que incluya la entrega de declaraciones personales, proyecciones de ingresos por jubilación y un informe anual y requisitos claros de financiación tanto para los planes de prestaciones definidas como para los de aportaciones definidas de variables.

El sistema de jubilaciones de la Argentina obtuvo un puntaje por debajo del promedio global en las tres variables. Pero la nota más baja la tuvo en sustentabilidad, donde fue calificada con un 27.7 frente a un promedio de 50.9 puntos para la muestra de 43 países. Baja tasa de participación, alta informalidad del mercado de trabajo y pobre capitalización del sistema ponen en duda, precisamente, su robustez.

Según señala el reporte: “El sistema de ingresos de jubilación de Argentina comprende un sistema de seguridad social de reparto junto con planes de pensiones voluntarios corporativos e individuales que pueden ofrecerse a través de reservas contables del empleador, compañías de seguros o fideicomisos de pensiones”.

Y agrega: “El valor global del índice para el sistema argentino podría incrementarse aumentando la cobertura de los empleados en los planes de pensiones ocupacionales mediante la afiliación o inscripción automática, aumentando así el nivel de las contribuciones y los activos”, recomendó el informe.

También “introduciendo un nivel mínimo de aportes obligatorias a un fondo de ahorro para la jubilación” o una “edad mínima para acceder a las prestaciones de los planes de planes de pensiones privados”.

Por último, el análisis sugirió “mejorar los requisitos reglamentarios del sistema privado de de pensiones

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