Los bloques opositores de la Cámara de Diputados conviven con una ambivalencia desde el día viernes, donde se respiraba un aire triunfal, ya que tanto en Juntos por el Cambio como en el Interbloque Federal aseguraban que contaban con los respaldos suficientes para convocar a una sesión especial el próximo jueves con el objetivo de debatir la reforma de la ley de alquileres.
La certeza surgió luego del acuerdo que pactaron los legisladores de Juntos por el Cambio con la diputada lavagnista Graciela Camaño, autora de uno de los tres dictámenes que había en danza.
Los negociadores del mayor interbloque opositor unificaron el suyo con el texto de Camaño y coincidieron en ordenar dos de los temas que más preocupan al mercado inmobiliario: reducir la duración de los contratos de tres a dos años y acortar las indexaciones de un año que prevé la ley 27.551.
En ese punto comenzaron las divergencias, porque el texto unificado flexibiliza la mayoría de las obligaciones que rigen actualmente y abrió la puerta para que los aumentos sean de tres meses.
Con la nueva formulación comenzaron las internas en esa heterogénea composición de 132 votos que Juntos por el Cambio y los demas bloques provinciales lograron para forzar el tratamiento de la Boleta Única de Papel.
Lo que la semana era un hecho concreto, ahora depara que no hay certezas porque los diputados del socialismo santafesino no estan de acuerdo con un dictamen tan a la medida de los sectores inmobiliarios.