Un día después de haber asumido la gobernación, María Eugenia Vidal cumplió con el protocolo y le tomó juramento a su gabinete. Fue en el Teatro Argentino de La Plata, en un acto que inició pasadas las 13.30.
Ante la gobernadora, quien estuvo secundada por su vice, Daniel Salvador, desfilaron los flamantes funcionarios bonaerenses. El primero fue Federico Salvai, quien asumió como ministro de Gobierno. Lo siguieron Roberto Gigante, ministro de Coordinación y Gestión; Fabián Perechodnik, secretario general; Cristian Ritondo, ministro de Seguridad; y Hernán Lacunza, ministro de Economía; conformando así el quinteto que será la columna vertebral de la gestión Pro en la Provincia.
También prestaron juramento Edgardo Cenzón, ministro de Infraestructura; Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación; Alberto Mahiques, ministro de Justicia; Leonardo Sarquis, ministro de Asuntos Agrarios; Santiago López Medrano, Desarrollo Social; Zulma Ortíz, ministra de Salud; Jorge Elustondo, ministro de Producción; Marcelo Villegas, ministro de Trabajo; Alejandro Gómez, titular del Instituto Cultural; Federico Suárez, secretario de Comunicación; Mariano Mohadeb, secretario de Medios; Gustavo Ferrari, asesor general de Gobierno y Julio Conte Grand, secretario Legal y Técnica.
Luego de la ceremonia de juramento, Vidal le dedicó unas palabras a cada uno de sus funcionarios ante el aplauso de los presentes. Los destacados fueron Salvai y Ritondo.
Del primero, dijo: “Cumplo el sueño de que Federico Salvai sea mi Ministro de Gobierno”. En tanto, sobre el ex vicepresidente 1º de la Legislatura porteña, subrayó su conocimiento sobre seguridad y su acompañamiento “en las malas”. También se hizo lugar para chicanearlo. “Como buen peronista, tiene barra”, señaló, mientras el oriundo de Mataderos era vitoreado por los presentes.
Al cerrar, Vidal casi se olvida de Lacunza. A quien definió como un “piloto de tormentas, lo que vamos a necesitar para los próximos años”.
