Uno de los primeros bastiones del Pro renovará autoridades y según una encuesta que hizo CB consultora la candidata de Juntos por el Cambio está en segundo lugar. Se trata de un relevamiento de 356 casos, a fines de agosto, con +/- 5,1% de margen de error.
En el cuadro principal, Verónica Crescente, la postulante que apoya el gobernador peronista Juan Schiaretti figura con 43,8% de intención de voto. Sara Majorel, de JxC, suma 36,5%. El resto de los postulantes tienen números mínimos. Y completan un 5,3% de voto blanco o nulo y 10,4% de indecisos.
Cuando se hace la proyección de indecisos, Crescente sube a 49% y Majorel, a 41,8%.
Para entender la magnitud que le da Juntos por el Cambio a la elección, valen un par de datos. Ya viajaron varias figuras nacionales para intentar apuntalar a Majorel, como Macri y el radical Gerardo Morales, y este jueves tiene previsto hacerlo Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño ya está lanzado abiertamente a la carrera presidencial.
Le elección está nacionalizada: “Perder ahí, desde lo simbólico sería muy duro”, admite un dirigente de la coalición opositora.
“El kirchnerismo va a querer crear el relato de que empezamos a perder en nuestra ciudad emblema”, plantean en el Pro.
El 7 de septiembre de 2014, una alianza entre el Pro y la UCR ganó la elección municipal en Marcos Juárez y aquel triunfo se tomó como el germen de lo que poco después sería Cambiemos. Hacia allí viajaron Mauricio Macri y Gabriela Michetti esa noche para celebrar la victoria. También hubo festejo en 2018 cuando el ya intendente aliado Pedro Dellarossa obtuvo su reelección.
Ahora, enfrente tienen una alianza nueva que se llama “Unidos por Marcos Juárez” y en la que se destacan una fuerza vecinalista y el peronismo cordobés que responde a Schiaretti. El Frente de Todos, más allá de la lectura que se quiera hacer del resultado, ni siquiera participa. Se trata, quizá, de la provincia más anti K del país.
En Juntos por el Cambio, algunos dirigentes apuntan (y de mala manera) al intendente Dellarosa. Ocurre que, al no poder ir por un nuevo mandato, el jefe comunal se inclinó por Majorel, presidenta del Concejo Deliberante. Crescente pedía una interna o ir a una PASO, pero en mayo directamente una resolución municipal suspendió las primarias.
Dellarosa le cerró la puerta pero ni Crescente ni Schiaretti se quedaron quietos: negociaron, llegaron a un acuerdo y ahora la dirigente, pese a estar aún afiliada al Pro, será candidata del nuevo frente y podría provocarle una dura derrota a Juntos por el Cambio.
Este pelea, además, podría ser la precuela de otra puja más grande y profunda: la disputa para dirimir la candidatura a gobernador cordobés 2023. En 2019, la UCR ni siquiera llegó a un acuerdo partidario y presentó dos candidatos, lo que facilitó la re-reelección de Schiaretti.