En la misma fecha que 7 años atrás Mario Kestelboim prestó juramento como Defensor General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el nombre del ex Decano de la Facultad de Derecho de la UBA durante el Gobierno de Perón del 73 volvió a ser protagonista en la Legislatura porteña al ser propuesto como representante del Poder Legislativo en el Consejo Académico del Consejo de la Magistratura de la Ciudad.
La iniciativa, impulsada por la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, fue aprobada por el cuerpo legislativo en la sesión ordinaria de este jueves 27 de marzo, tras aceptar la renuncia de Diana Maffìa como miembro del Consejo Académico.
En los fundamentos del proyecto de designación de Kestelboim en cargo de Consejero Académico del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires , se destaca que con “las condiciones personales y antecedentes laborales y académicos está demostrada su aptitud para la función”, y que para su propuesta “se ha tenido especialmente en cuenta su trayectoria y desempeño en el cargo de Defensor General del Ministerio Público del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde el año 2007″.
“Presenta una formación técnica y académica solvente, habiendo ejercido por otra parte, diversos cargos en organismos públicos y universidades, que tornan esta decisión incuestionable”, remarca la propuesta de designación aceptada por la Legislatura con 44 votos afirmativos, ningún voto negativo y 10 abstenciones.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 56 de la Ley 31 (Orgánica del Consejo de la Magistratura) el Consejo Académico está integrado por un representante del Tribunal Superior de Justicia (quien preside el órgano), 1 representante de los jueces, 1 del Ministerio Público, 1 de la Legislatura (Kestelboim a partir de este jueves) y tres profesores titulares de la Facultad de Derecho de la UBA. Las funciones de consejeros son ad honorem a excepción de los representantes de la Facultad de Derecho y el Parlamento porteño, quienes “perciben una remuneración que fije el Plenario del Consejo”, la cual “es compatible con el ejercicio de la docencia, con o sin dedicación exclusiva”.
La permanencia de Kestelboim en el cargo de Consejero Académico no tiene un plazo establecido, sino que podrá extenderse en el tiempo hasta que la Legislatura acuerde revocarla.
El fin del mandato como Defensor General no sólo lo encuentra a Kestelboim con el apoyo legislativo para cumplir un rol académico, también podría ser elegido como candidato presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal en representación de los sectores que nuclean abogados afines al Gobierno Nacional.