En medio de los saqueos, crece el malestar del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof con el Gobierno nacional por la falta de gendarmes en el Conurbano. Acorralado por los hechos de inseguridad, en marzo el ministro de Seguridad de la nación, Aníbal Fernández, había anunciado la creación de cinco bases de las Fuerzas Federales en el Conurbano, pero nunca se hicieron, lo que generó la protesta bonaerense a la que se sumaron los intendentes.
Ante la desesperación de muchos bonaerenses por la inseguridad, entre el 8 de marzo y el 13 de mayo, el ministro de Seguridad anunció en al menos cinco oportunidades la llegada masiva de gendarmes al Conurbano.
Para que le crean, Fernández incluso firmó una resolución ministerial creando el CUC, Comando Unificado Conurbano, integrado por las cuatro Fuerzas Federales: gendarmería, prefectura y las policías Federal y Aeroportuaria.
Aníbal Fernández también destacó la creación de “cinco bases cabeceras” para los nuevos efectivos en municipios del GBA. Hasta se animó a detallar los lugares dónde se iban a construir: Pilar, San Fernando, La Matanza, Avellaneda y La Plata.
Durante todo el fin de semana se estuvieron fomentando con falsas denuncias e imágenes, robos y situaciones de violencia en el Conurbano. Esto mismo había sucedido en Neuquén, Córdoba y Mendoza donde además se cometieron varios robos en banda. pic.twitter.com/ndRB5n38B1
— Axel Kicillof (@Kicillofok) August 23, 2023
Tras los saqueos del martes, tanto desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires como en las intendencias aseguraron de todo lo que dijo Aníbal Fernández que iba a hacer nada se hizo.
“Era un cuento y lo sigue siendo. Todos sabíamos que la llegada de gendarmes era un chamullo. Les gusta mentir y la verdad que perteneciendo al mismo espacio político a veces nos quedamos en el molde sabiendo que nos engañan”, manifestaron molestos desde el Ministerio de Seguridad bonaerense.
Aquella vez, a raíz del anuncio de la llegada de gendarmes al Conurbano, el país fue testigo de una ridícula y feroz pelea mediática entre Axel Kicillof y su ministro Berni de un lado y Aníbal Fernández del otro. Hubo revoleo de chicanas, cartas y críticas cruzadas.
“En abril, Aníbal nos había dado a entender que serían al menos 6.000 efectivos. También que iban a vigilar zonas calientes y caminar por centros comerciales. Bueno, al parecer otra vez le anduvo mal la calculadora. En mi municipio si ves dos en algún día de la semana, es un milagro”, indicó un jefe comunal peronista de la Tercera Sección.