La mesa chica del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, comenzó a trabajar por las legislativas 2025 y trabajan con la hipótesis de que haya dos listas en todas las categorías. El objetivo es que finalmente el gobernador conduzca y esa es la manera de fortalecerlo, con una lista propia.
La eventual elección interna del Partido Justicialista a nivel nacional podría preparar el terreno para lo que será la discusión de una estrategia electoral dentro del peronismo en la provincia de Buenos Aires. A priori, con dos ramas disputando la conducción del PJ lo mismo puede suceder en el armado de listas para las elecciones del año que viene. No sería una PASO, sino dos espacios distintos.
Los operadores de Kicillof admiten que el objetivo es “fortalecer” políticamente a Axel. “Tenemos que terminar de fortalecer el proyecto provincial de Axel y qué él sea el conductor. Hoy estamos en ese proceso. Una vez que consigamos eso vamos a hablar del 2027″. Ese fortalecimiento, admiten, se evidenciará en las elecciones del año que viene; porque el sector al que nadie aún se anima a rotular como kicillofismo empuja la idea de tener listas propias en los comicios legislativos del 2025. Más allá de lo que ocurra a nivel nacional; sí quieren garantizar la presencia de los propios en las boletas peronistas. Por cómo viene dándose la dinámica de la convivencia política, aseguran que el desafío será tener listas propias para los lugares en la Legislatura bonaerense y en los 135 municipios.
En el medio hubo un cambio sustancial y tiene que ver con la aprobación de la ley de Boleta Única en Papel (BUP).
Si ya en las elecciones del año que viene se vota bajo ese sistema los cargos nacionales; algunos intendentes ven con buenos ojos el modelo; básicamente porque la BUP reduce el margen de arrastre que puede dar un candidato -o candidata- fuerte “arriba”, como sucedía hasta ahora.
Además, Buenos Aires tiene que definir qué modelo adoptar. La posibilidad de que haya elecciones concurrentes también le cierra a algunos de los dirigentes que empujan la construcción de Kicillof, porque con dos modelos electorales distintos -pese a la complejidad que exhibe- permite “provincializar” más la elección; algo de por sí muy complejo para Buenos Aires.
Las políticas del gobierno de Milei significan más pobreza y mayor desigualdad para el pueblo argentino. Los indicadores le ponen cifras a una realidad dolorosa e inocultable. pic.twitter.com/LLuaFNirnV
— Carli Bianco (@Carli_Bianco) October 8, 2024
La hipótesis que abonan dirigentes cercanos al gobernador es que con el cambio de sistema, la elección del año que viene indefectiblemente tendrá un componente provincial y territorial más allá del modelo que adopte Buenos Aires. En ese esquema, es que Kicillof gana autonomía y puede enfocarse en la constitución de las listas provinciales; pese a que el gobierno bonaerense rechazó la BUP.
De las ocho secciones electorales que renuevan autoridades, se elegirán ocho senadores por la Primera; once diputados por la Segunda; dieciocho diputados por la Tercera; siete senadores por la Cuarta; seis senadores por la Quinta; once diputados por la Sexta; tres senadores por la Séptima y seis diputados por la Octava.
En su primer mandato de gobierno y también con la reelección -salvo algunas excepciones- el gobernador no consiguió “meter” gente propia en las listas para los lugares en la Legislatura. Esa secuencia es la que buscan evitar a su alrededor; por eso su mesa política ya deja correr la posibilidad de que haya dos listas para los lugares de la Cámara alta y baja de la provincia de Buenos Aires.
La representación plena en las listas legislativas de la Provincia de Buenos Aires es un anhelo de un grupo de intendentes que no comulga con La Cámpora ni con sus socios políticos. Tener capacidad de armado propio -advierten- puede potenciar la figura de Kicillof.
