El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, tiene 60 días para intentar consolidar el ajustado triunfo que obtuvo en las PASO y lograr la reelección. En la gobernación bonaerense apuntan que la estrategia de campaña hasta octubre se centrará en tres ejes: la gestión provincial, los derechos que podrían perderse si Unión por la Patria es derrotada y la “cercanía y sencillez” del mandatario. “No somos todos casta. No somos todo lo mismo”, será el mensaje.
La diferencia de 277.239 votos que obtuvo Unión por la Patria (UxP) respecto a Juntos por el Cambio (JxC) le da un margen demasiado exiguo a Kicillof, pese a que en esta provincia no hay balotaje y alcanza con una diferencia de un voto en octubre para acceder a la gobernación.
En La Plata no pasa desapercibido que los 4.566.659 bonaerenses que no fueron a sufragar son muchos más que los 2.891.276 que optaron por la boleta del gobernador el 13 de agosto. Y pueden torcer los resultados de octubre. A ellos, sin duda, irá a buscar Kicillof. También a otros 988.492 electores que votaron en blanco.
Kicillof buscará mejorar su performance en las dos secciones electorales del Gran Buenos Aires donde cree que tiene margen para crecer: en la primera sección, al norte del conurbano, consiguió el 35% de los votos; en la tercera sección, al oeste y al sur, obtuvo el 41%. En esta última zona pondrá su mayor esfuerzo, convencido de que puede volver a tocar el piso histórico del peronismo, en torno al 50%. También, porque nueve de los catorce millones de electores bonaerenses viven en esta región.
Kicillof perdió en todo el interior bonaerense ante Juntos por el Cambio (JxC): 31 a 39 por ciento en la segunda sección, 32 a 42 por ciento en la cuarta, 30 contra 40 por ciento en la quinta, 28 a 39 por ciento en la sexta, 30 a 42 por ciento en la séptima y 33 a 39 por ciento en la octava. Buscará reforzar los respaldos con visitas una vez por semana, como mínimo.
“Vamos a profundizar en tres ejes: gestión, ya que entendemos es lo que se puso en valor en la elección; derechos, porque tanto Patricia Bullrich como Javier Milei con Néstor Grindetti y Carolina Píparo son parte de un modelo dañino para la provincia; más cercanía y sencillez”, sostienen desde el equipo de campaña de Kicillof. Este último valor buscará resaltar Kicillof para desarticular el fenómeno de crecimiento de La Libertad Avanza (LLA): “No somos todos casta. No somos todo lo mismo”, será el mensaje.
Para dar solidez a esta consigna, el gobernador se mostrará en mateadas y recorridas de cercanía. La idea es “dar la cara, hacerse cargo, ocuparse de los problemas en primera persona, estar en todos lados, para que en cada rincón de la provincia haya alguien que lo haya visto en su pueblo, en su barrio, le haya podido hablar, dar un abrazo, o tomar foto”, se entusiasman en la gobernación.
Los distritos de la primera y tercera sección electoral bonaerense, que concentran los municipios del Gran Buenos Aires, exhibieron un fenómeno de corte de boleta a favor de los intendentes que perjudicó en particular a los postulantes presidenciales Massa y Rodríguez Larreta. Los casos más relevantes fueron los de Juan Andreotti (San Fernando), Federico de Achával (Pilar), Ariel Sujarchuk (Escobar), Mario Secco (Ensenada), Gastón Granados (Ezeiza) y Juan José Mussi (Berazategui). A estos, se sumó otro corte de peso en La Plata, que favoreció al intendente Julio Garro (Pro).
Los alcaldes, no importa el color político, priorizan el cuidado de su propio terruño. La mayoría son de Unión por la Patria (UxP). Y harán su propio juego ante la avanzada opositora de todo el país.