Está decidido a profundizar sus acciones políticas. En ese marco, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, juntó a más de 30 intendentes de Unión por la Patria. El objetivo fue trazar algunas líneas de acción luego de lo que fue el revés político que le significó la decisión de las petroleras YPF junto a Petronas de elegir a la provincia de Río Negro como la locación para la instalar la planta de licuefacción de gas natural, en desmedro de la ciudad bonaerense, Bahía Blanca.
Ahora el mandatario bonaerense profundizará su rol de opositor y confrontación directa con el presidente.
Parte de esa estrategia fue la que le bajó a los intendentes con los que se reunió el viernes. El gobernador estuvo cerca de dos horas reunido con alrededor de 30 jefes comunales peronistas, tanto del Conurbano como del interior bonaerense. Se trató de intendentes que en mayor o menor medida aportan a la estructura política que se fue forjando alrededor de Kicillof en el marco de la interna del peronismo. No hubo presencia de intendentes referenciados en La Cámpora o en el Frente Renovador.
Según pudo reconstruir Infobae, durante el encuentro en La Plata se habló del impacto de la decisión de YPF y la politización que se le dio al asunto. Recién después de haber perdido la disputa sobre la planta de GNL, el peronismo bonaerense motorizó un pronunciamiento oficial cuestionando la decisión. A la conferencia posterior, no asistieron intendentes u otros dirigentes del peronismo.
En ese marco, se planteó que hay que organizar lo que el peronismo considera una problemática y es cómo el gobierno nacional perjudica a la Provincia”, por haber ganado las elecciones.
Si bien no se habló en términos electorales, la mera presencia de los intendentes que llegaron hasta La Plata y los ministros que formaron parte del encuentro (la vicegobernadora, Verónica Magario; el ministro de Gobierno, Carlos Bianco; de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque y de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis) marcan el rumbo a seguir.
También se planteó la necesidad de volver a generar actos de índole políticos con Kicillof como protagonistas, como los que hubo en la primera etapa del gobierno de Javier Milei cuando este sector del peronismo llevó adelante los plenarios de la militancia bajó el rótulo de “La Patria no se vende”.
En lo que refiere a la cuestión del GNL, distintos integrantes del gobierno seguirán de cerca el asunto. En La Plata aguardan por los informes técnicos que YPF dará a conocer a sus inversores para sostener el argumento de por qué Punta Colorada es una locación mejor posicionada que el puerto de Ingeniero White para llevar adelante el megaproyecto que implica, en una primera etapa, una inversión de USD 30 mil millones de dólares.
Mientras define las acciones en el territorio bonaerense, Kicillof prepara un viaje a la provincia de La Rioja. Será el viernes 10 de agosto cuando el gobernador de esa provincia, Ricardo Quintela, lleve adelante el acto formal y político de la puesta en marcha de la nueva Constitución provincial.
Kicillof tendrá su foto con su par riojano; tal como ocurrió el último 1 de julio en la Quinta de San Vicente que supo pertenecer a Juan Domingo Perón; al cumplirse un nuevo aniversario de la partida física del líder justicialista.
La foto con Quintela será por demás sugestiva hacia la discusión interna del peronismo en el orden nacional y se sumará a las que en este año ya acumuló. Aparecen ahí la que tuvo con su par pampeano, Sergio Ziliotto, en el marco de un acuerdo para asistirse recíprocamente “en materia de gobierno, seguridad, salud, educación, formación, ciencia y tecnología, gobierno digital, conectividad y modernización”.