La actividad económica tuvo su mayor caída del año en junio, con una contracción de 6,7% con respecto al mismo mes de 2017, según informó hoy el Indec. Además de los efectos de la sequía, la actividad estuvo golpeada por la brusca devaluación, que impactó en la industria manufacturera y en los comercios mayoristas y minoristas.
Con el dato de junio, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) dejó por primera vez en 2018 al acumulado anual en terreno negativo. De acuerdo con el Indec, la actividad entre enero y junio registró ya una caída del 0,6%.
A su vez, el ente estadístico señaló que en junio la economía se contrajo 1,3% con respecto a mayo en la medición desestacionalizada. El mes anterior, además, ya había registrado una caída del 5,2%.
Las ramas de actividad de mayor incidencia en la contracción del EMAE son agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con un caída de 31%; industria manufacturera, que retrocedió 7,5%, y el comercio mayorista, minorista y reparaciones, con una contracción de 8,4%.
“El promedio del segundo trimestre contra el promedio de primer trimestre da una caída desestacionalizada de -3,9%; es la mayor contracción intertrimestral desde el último trimestre de 2008, que fue un periodo malísimo, porque tuvo la estatización de las AFJP y la crisis financiera internacional, y que además dio inicio a la recesión de 2008 y 2009”, explicó Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.
“Asimismo, el segundo trimestre fue tan malo que le deja un arrastre negativo al tercer trimestre de -1,3%; es decir, el tercer trimestre arranca de tan abajo que aun teniendo algo de crecimiento mes a mes, igual daría negativo. Por lo tanto, es muy probable tener recesión en términos técnicos (dos trimestres seguidos en caída contra el anterior). Habría que esperar un rebote muy fuerte en el tercero trimestre para que esto no se cumpla, pero no lo estamos viendo”, agregó el economista.