Después de incorporarse a Peronismo Republicano, la agrupación que lidera Miguel Ángel Pichetto, el exjefe de Gobierno porteño Jorge Telerman elogió el modelo de construcción política de Horacio Rodríguez Larreta y pidió incorporar más dirigentes del peronismo, de cara a las elecciones presidenciales de 2023.
Cuando faltan pocos días para el aniversario de la crisis de 2001, sostuvo que la deuda pendiente de la Argentina es superar las condiciones que llevaron a uno de los momentos más infames de la historia argentina.
-¿Cree que la unidad de Juntos por el Cambio está garantizada?
-Juntos por el Cambio tuvo la inteligencia y la eficacia de utilizar muy bien las PASO. Esto les permitió fortalecer varias virtudes imprescindibles en general y, en particular, con respecto a las coaliciones con capacidad de gobernar. Por un lado, permitió la participación activa de una franja del electorado que no participó en otras fuerzas. Y a la vez, promovió nuevos liderazgos, que es otra condición imprescindible para que una fuerza política se mantenga competitiva y atractiva. El tercer punto está por verse: la oferta electoral en términos de contenidos y hoja de ruta que le van a ofrecer a la sociedad. Además, los resultados de las elecciones implicaron un rotundo triunfo para el partido que fortaleció la unidad.
-¿Juntos por el Cambio debería aliarse con liberales como Milei o Espert?
-En las PASO, Juntos por el Cambio alentó la competencia interna. Esto implica ampliarse. La ampliación que estoy pensando y que creo que es beneficiosa, es la integración del peronismo. Cuando tengan más definida su oferta electoral, podrán ver quiénes son aptos para integrarse a su coalición. Sin duda, el próximo paso es la vocación de la ampliación que, en algunos líderes del Juntos por el Cambio lo veo muy claro. Por ejemplo, en Larreta, de quien lo puedo sostener desde mi experiencia personal, pero también desde su trayectoria histórica.
-¿Le gusta la actitud moderada de Larreta?
-La moderación… gobernar es siempre complejo. Y para gobernar, uno necesita de moderación. Eso no significa ausencia de rigor, por el contrario. Se necesita mucha fuerza para ser moderado. Especialmente, en la encrucijada en la que se encuentra la gobernabilidad política, que es la de generar condiciones para la inclusión de lo diverso. Para eso, inevitablemente y con carácter firme, pero moderado, hay que hacer un llamado para que haya una ampliación de la base electoral. Ganar las elecciones no garantiza la gobernabilidad. El camino al fracaso sería no ampliar esa base electoral.
-¿Por qué, entonces, se unió al espacio de Pichetto si Juntos por el Cambio está necesitando de más peronistas para llegar al 2023?
Mis conversaciones con Pichetto y con Yoma… son en relación con eso también. Es decir, que la coalición integre a peronistas y genere garantías de institucionalidad. No veo contradicción, veo la necesidad en la integración de peronistas, que debe hacerse de forma orgánica. Esto debe hacerse para no repetir errores del pasado.
-Juntos por el Cambio aseguró que ganaron y Frente de Todos también. ¿Quién se equivoca?
Eso no está en discusión. El triunfo de Juntos por el Cambio fue contundente. Pero, por sobre todo, fue contundente la derrota del Frente de Todos. Solamente, un tercio de los que votaron -ni siquiera de la sociedad- apoyaron al oficialismo. Incluso, con su base electoral de origen, han perdido muchísimos puntos.
-¿Y qué opina sobre los resultados que obtuvieron el Frente de Izquierda y Milei?
Yo creo que es una falta de respuesta de la dirigencia política a una demanda de la sociedad, cada vez más desesperada. Eso sin duda. Esas alarmas ya estaban encendidas desde hace mucho antes. Estas elecciones han demostrado el desencanto de una parte de la sociedad. Los resultados son evidentes. Que se elijan opciones en los “bordes” no sólo se explica por una tendencia que está habiendo en la región, sino que también es una voz de alerta de lo mal que estamos, de lo mal que se ha gobernado y de la falta de respuestas sostenida.
-Patricia Bullrich dijo que tenían “mayor expectativa en la Ciudad” ya que no se superó el 50%. ¿Es una crítica a las palomas del Juntos por el Cambio? ¿Coincide con ella?
-Sacar 47% en una elección legislativa es descomunal. A mí me parece un muy buen resultado. Y el fortalecimiento, tanto de expresiones en la derecha, como en la izquierda, en los bordes, es un señalamiento a las carencias del sistema, que hay que asumir con total sinceridad y preocupación.
-¿Los dichos de Bullrich fueron una crítica a un ala de su partido?
-No lo creo. Y no lo sé. No me parece muy relevante eso. Creo que lo importante es tener un plan claro y preciso de gobierno. Una estrategia de inclusión y de ampliación de la base electoral. Y acuerdos en serio de las reformas que se tienen que hacer en la Argentina: económicas, culturales, demográficas y más. Y la necesidad del diálogo.
-Pronto, se acerca el aniversario de uno de los años más dramáticos de la Argentina. Durante el 2001, usted trabajó como Secretario de la Cultura de la Ciudad. ¿Qué recuerda de ese momento?
-Hace 20 años, la Argentina estaba al borde de lo peor. Y cuando uno tiene que comparar esa situación con la que estamos viviendo, la única referencia temporal que se tiene es ésa. Y no sólo lo recuerdo con tristeza por lo que pasó, sino también por las causas, pero también por las consecuencias. Hablo del empobrecimiento, la desconfianza de la sociedad con el sistema político. Eso, sin duda, fue terrible. Pero mucho más preocupante es que, ciertas condiciones objetivas y materiales no han mejorado lo suficiente como para estar a salvo de no repetir esa experiencia. Las condiciones que han generado el 2001 son lo más preocupante. ¿Han sido superadas? Mi respuesta es que no.