En un episodio que aún no fue absolutamente aclarado, la diplomacia británica anunció que un buque de la Federación Rusa descubrió una reserva de 511.000 millones de barriles de petróleo (70 mil millones de toneladas), equivalentes a 30 veces el resultado de Vaca Muerta o a diez veces la producción del Mar del Norte por los próximos 50 años o a dos veces todo el petróleo de Arabia Saudita.
El diario inglés The Telegraph dio a conocer la noticia de que el buque Akademic Alexander Karpinsky, que opera la empresa RosGeo (Russian State Geological Holding) realizó un estudio sísmico que resultó en el descubrimiento del yacimiento. RosGeo fue parte de las prospecciones que dieron origen al hallazgo de más de 1.000 yacimientos de gas, oro, gas y petróleo en países de Asia, Europa, África y América Latina.
La información fue presentada el ocho de mayo último ante el Environmental Audit Sub-Committee on Polar Research, que trabaja coordinadamente con el Environmental Audit Committee (EAC) de la Cámara de los Comunes. En esta ocasión, el profesor de Geopolítica de la Royal Holloway University, Klaus Dodds, alertó que Rusia estaría realizando trabajos de prospección petrolífera y gasífera en la Antártida.
Dodds detalló el volumen del hallazgo ruso, informando que el yacimiento se encontraría en el Mar de Weddell, en una zona que es reclamada al mismo tiempo por Argentina, Chile y Gran Bretaña. Argentina reclama como propio el sector antártico comprendido entre los meridianos 25° y 74° de longitud Oeste, al sur del paralelo 60° de latitud Sur.
De todos modos, el Reino Unido actuó en el conflicto como si la zona en la que se descubrió el petróleo fuera propia, al contrario de la Cancillería argentina, que se autoimpuso un silencio que se parece demasiado a la renuncia a la soberanía. A causa de esta situación, reina una gran disconformidad en el seno del cuerpo diplomático.
El Tratado Antártico
El Tratado Antártico se firmó en 1959 por doce países, entre los que se encuentran Argentina, Chile y el Reino Unido. Allí se estableció que la Antártida debía ser utilizada “exclusivamente con fines pacíficos” y que no debía convertirse “en escenario u objeto de discordia internacional”.
El documento, que entró en vigencia en 1961, fue firmado además por representantes de Australia, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica y la Unión Soviética. Siete de estos países reclaman territorios antárticos, entre los que se cuenta Argentina.
En el Tratado se prohíben expresamente las actividades de explotación de los recursos naturales, pero están autorizadas las actividades científicas.
La diplomacia del silencio
Por esta razón, un estudio científico no es una declaración de guerra. Además, así como la Federación Rusa informó a Londres acerca del descubrimiento, es posible que haya hecho lo mismo con Argentina. El problema es el alineamiento del Gobierno de Milei con los Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea y Ucrania, a lo que hay que sumarle la política de agresión diplomática contra el país euroasiático, lo que podría abrir la posibilidad de que la Federación Rusa haya omitido comunicar a la Argentina su descubrimiento.
Porque la cosa no terminó allí. La canciller argentina, Diana Mondino, recibió el lunes último a la vicepremier y ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko como gesto a apoyo a Ucrania en la guerra con Rusia y, no conforme todavía, inició el proceso de ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y analiza enviar armas a ese país, enfrentado con Rusia.
Fuentes seguras informaron a Noticias Urbanas que, por estas horas, cunde el malestar de un amplio sector de la diplomacia argentina por el silencio del Palacio San Martín, más aún ante la actitud opuesta del Reino Unido, que busca convertirse en el dueño de otra porción de territorio argentino, más allá de las Islas Malvinas.
El estudio no fue realizado en secreto por el Alexander Karpinsky, ya que forma parte de los normales procesos de investigación científica que figuran bajo el paraguas del Tratado Antártico. Tal es así que la Oficina de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido aceptó la explicación de la diplomacia rusa: “Rusia ha asegurado repetidamente a la Reunión Consultiva del Tratado Antártico que estas actividades tienen fines científicos”, declaró un portavoz.
Reunión del Tratado Antártico
Entre el 20 y el 30 de mayo se reunirán en Kochi, en el sudoeste de la India (Estado de Kerala) los signatarios del Tratado Antártico.
Será la 46° Reunión Consultiva del Tratado Antártico (ATCM 46) y la 26° reunión del Comité Para la Protección del Medio Ambiente (CEP 26). Habrá 400 delegados, que analizarán unos 64 documentos de trabajo, 184 documentos informativos, 19 documentos de la Secretaría y 57 documentos de antecedentes.
Más allá de las discusiones habituales, habrá esta vez reflejos de la Guerra de Ucrania y de la guerra comercial que enfrenta a China con Estados Unidos. Al menos, esto aseguran algunos signatarios del Tratado. Occidente aún no acepta que el mundo de hoy va hacia la multipolaridad y nada podrá detener este proceso.