El Observatorio de Género en la Justicia porteña, a cargo de Dra.Diana Maffía, y el Centro de Formación Judicial del Consejo de la Magistratura Ciudad de Buenos Aires, en colaboración con la Defensoría General de la Nación, realizaron la Jornada Conmemorativa de la Asamblea del Año XIII, “Esclavitud y Tortura: a 200 años de la Asamblea del Año XIII”.
Acompañaron a Maffía en el panel, la Dra. Stella Maris Martínez, titular de la Defensoría General de la Nación; la Dra. Marcela Rodríguez, diputada nacional por el bloque Democracia Igualitaria y Participativa; Fabiana Tuñez, coordinadora general de La Casa del Encuentro, y el Dr. Carlos Parise, Director del Centro de Formación Judicial del Consejo de la Magistratura.
“En esta jornada revisamos dos conceptos, el de esclavitud y el de tortura; el modo en que estuvieron pensados en el siglo XIX, como condición para una sociedad libre, democrática, y la distancia que hay todavía para superar formas contemporáneas de esclavitud y de tortura”, señaló Maffía.
La jornada comenzó con un video de Lohana Berkins, presidenta de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual. Las expositoras se refirieron a las formas de torturas y esclavitud que sufren hoy las personas que están en las cárceles, las mujeres en situación de prostitución o son perseguidas por su identidad sexual, y mencionaron también la explotación laboral y los casos de encierro de mujeres que se encuentran en situación de violencia.
Una de las primeras manifestaciones de voluntad política en los inicios de nuestra autonomía fue la Asamblea del Año XIII, que constituye un hito para la historia del reconocimiento de derechos en nuestro país. Durante sus sesiones se discutieron temas imprescindibles para sentar las bases de la construcción de un orden social basado en el principio de igualdad ante la ley, tales como la libertad de vientres, la abolición de los tributos pagados por aborígenes, la supresión de los títulos de nobleza y la reorganización de la justicia, entre otros.
Durante la sesión del 21 de mayo de 1813, la Asamblea estableció la prohibición del tormento y la destrucción de los instrumentos de tortura. Dos cientos años después interesa reflexionar sobre la persistencia de modos contemporáneos de tortura y esclavitud que afectan a las personas, especialmente en función de su género.
