En política no solo valen y se cuentan los votos afirmativos, muchas veces las ausencias ayudan al enemigo político de turno y se convierten en un guiñó explícito o un apoyo diplomático. Y eso fuen lo que sucedió para que uno de los amigos de toda la vida del presidente Mauricio Macri se convierta en cónsul honorario en Singapur.
Con ayuda del Bloque Justicialista y del Frente Renovador, que se abstuvieron en la votación, Cambiemos logró la aprobación del pliego del empresario Nicolás Caputo como cónsul honorario en Singapur.
El pliego fue aprobado con 96 votos afirmativos, 48 negativos (FpV, Red por Argentina y FIT) y 36 abstenciones, correspondientes a diputados del PJ federal y del massismo.
El diputado del Frente para la Victoria Guillermo Carmona aclaró que no tenía objeciones con los otros 31 pliegos de cónsules honorarios, por lo que solicitó desglosar la votación para poder aprobarlos en forma individual: el pedido fue denegado.
El diputado basó su intervención en demostrar que el cargo de cónsul honorario implica un cúmulo de privilegios e inmunidades que a su juicio harían “insensato e impropio” avanzar con la designación del “amigo del alma” de Macri.
Entre otros privilegios de los cónsules honorarios, mencionó la libertad de tránsito y circulación, la libertad de comunicación, la posibilidad de portar escudos y sellos del otro Estado, la posibilidad de portar valija consular, e inmunidad de jurisdicción.
En julio pasado, Cambiemos había intentado sin éxito que se aprobara el nombramiento de Caputo en Singapur, pero la sesión terminó en escándalo.