El embajador de Rusia en la Argentina, Dmitry Feoktistov, aseguró que “la ayuda occidental a Ucrania no tendrá un impacto significativo en el resultado del conflicto” y remarcó que su país solo ve como escenario posible “el cumplimiento de todas las tareas trazadas de la operación militar especial”.
“Los países occidentales están involucrados en este conflicto desde su principio. Evitan participar directamente en las hostilidades, pero sirven de una poderosa base de retaguardia para el régimen de Kiev”, afirmó.
Además agregó: “Sin suministros masivos a Ucrania de armas y equipos militares por parte de Estados Unidos y sus aliados, nuestra operación especial ya había terminado. Está abierta a considerar propuestas para negociaciones de paz”, aclaró que “no va a ceder a ultimátums y chantaje”.
Feoktistov explicó además: “Los países occidentales evitan participar directamente en las hostilidades, pero sirven de una poderosa base de retaguardia para el régimen de Kiev. Desde febrero de 2022, el volumen total de la asistencia militar occidental a Ucrania alcanzó como mínimo unos 50.000 millones de dólares. Estas entregas no contribuyen a la solución del conflicto, sino que lo agravan”.
“En el mismo contexto vemos los envíos de tanques occidentales a Kiev. Es increíble que después de la derrota de la Alemania nazi en 1945 nuevamente nos están amenazando con los Leopards. Sin embargo, estas armas serán destruidas por las Fuerzas Armadas rusas, al igual que durante la Segunda Guerra Mundial. La ayuda occidental no tendrá un impacto significativo en el resultado del conflicto”, aseveró.
El embajador de Rusia, se refirió también a las samciones que recibió su país y expresó: “Consideramos ilegítimas las sanciones adoptadas sin pasar por el Consejo de Seguridad de la ONU, y no solo nosotros, sino también la mayoría de los demás países que no se adhirieron. Al imponer a Rusia restricciones relacionadas con el gas y el petróleo, los países occidentales se castigan a sí mismos. Se enfrentan con la escasez generalizada de hidrocarburos, el aumento de los precios y el descontento entre la población. Parece que el trastorno masoquista es un diagnóstico común en Occidente. El único que gana en esta situación es Estados Unidos, que incitó a los aliados a imponer sanciones, y ahora recibe superganancias, suministrando gas natural licuado”.
Por último, analizó los dichos del presidente de EE.UU., Joe Biden, quien aseveró que el presidente de Rusia, Vladimir Putin se convertiría en una paria por este conflicto armado y sostuvo: “Hacer alusiones personales de los jefes de Estado es considerado de mala educación. Se recurre a tales métodos en el estado de desesperación, cuando no hay otras posibilidades de influir en la situación. Putin ya respondió a estos intentos de Biden de señalar con el dedo. Mi país está luchando por la verdad y la justicia , y esa es la imagen de Rusia. Y están los que están alimentando criminalmente las llamas de la guerra y enfrentando a los pueblos, ganando aumentarmente un buen dinero con esto, que es la imagen de Estados Unidos y sus aliados”.