La brújula política del Pro sigue buscando las fotos en destinos que le permitan sumar votos en plena campaña veraniega. Sucede que el resultado de dos últimas encuestas que llegaron las mesas opositoras indican que la marca Juntos por el Cambio (JxC) había bajado 2 puntos en el último mes.
Una luz amarilla, casi naranja si se considera que lo que revelaría ese descenso de la intención de voto sería el hartazgo de una buena parte del electorado ante el clima de enfrentamientos sin fin que se instaló en JxC.
Las grandes decisiones en materia de candidaturas surgirán de las PASO del 13 de agosto. Se perfila una etapa crucial en la que los máximos líderes del Pro y de la UCR se preparan para lanzar sus postulaciones presidenciales entre febrero y marzo, pero todos miran a Mauricio Macri para ver qué resolverá.
La estrategia de Bullrich
La jefa del Pro se siente fortalecida: su presentación ante la DEA fue clave para que el dictador venezolano Nicolás Maduro no viniera al país y pareció ser favorecida por Macri en Villa La Angostura con gestos que no había recibido allí Horacio Rodríguez Larreta.
El bullrichismo suma el hecho de que fue el exmandatario quien invitó a Bullrich a hospedarse casi dos días en su casa de Cumelén, le pidió que fuera con su esposo, Guillermo Yanco; aceptó posar para una foto de alto valor político e incluso la publicó en su cuenta de Instagram e insistió para que ella cambiara el pasaje de regreso y así pudieran seguir charlando y tener un último almuerzo juntos.
Bullrich viajará el martes a Córdoba con la idea de hacer campaña, pero también para tratar de acercar posiciones entre los dos candidatos a gobernador de Juntos por el Cambio, el senador nacional Luis Juez, del Frente Cívico, y el diputado nacional Rodrigo De Loredo, de la UCR. Se trata de una provincia clave, pero el problema es que allí no hay PASO y hasta ahora, al menos, Juez se resiste a aceptar que la postulación se defina en internas abiertas.
La jefa del Pro irá con pies de plomo: Juez ya expresó públicamente que respalda a Rodríguez Larreta, quien, a su vez, lo avala para disputar la gobernación, mientras que De Loredo, del sector de Lousteau, cuenta con el apoyo de Macri. Los bullrichistas se quejan de Juez: sostienen que su jefa fue decisiva para que haya accedido a su banca de senador y no entienden por qué se pasó al larretismo. ¿Se viene la alianza Bullrich-De Loredo?
Cómo seguirá Larreta
El jefe de Gobierno les dijo a sus allegados que se niega a entrar en una disputa por fotos y gestos con su principal adversaria partidaria. Es cierto que su relación con Macri es distinta: se conocen desde hace décadas y el desafío actual es cómo ablandar un vínculo que se fue endureciendo por diferencias acumuladas en los últimos años.
Rodríguez Larreta sabe que la única forma de resolver todos los chisporroteos con Macri es mediante un triunfo en las PASO. Allí la gente terminará votando qué líder prefiere. El exmandatario da señales ambiguas sobre su futuro. En su entorno insisten en que se decidirá en marzo. El jefe de Gobierno avanza con sus planes a partir de un escenario con Macri jugando en la cancha.
El jefe de Gobierno regresará el miércoles del sur, al día siguiente tendrá agenda en la Ciudad de Buenos Aires y por la tarde recorrerá La Matanza, mientras que el fin de semana próximo estará de campaña en Mar del Plata. Antes de su viaje a la Patagonia, compartió con Jorge Macri una charla con vecinos de Recoleta, en otra demostración de que descongeló su relación con el ministro de Gobierno porteño, aunque no tanto: se preocupó de que hubiera una foto de su encuentro con Emmanuel Ferrario, el vicepresidente 1° de la Legislatura de la ciudad y uno de sus candidatos a sucederlo.
Para confirmar que aún no hay acuerdo en el Pro porteño, Ferrario prepara el lanzamiento de su postulación a jefe de Gobierno con un perfil alto y una agenda de “diversidad e integración”. Ya dio el puntapié inicial al proponer desde TikTok el debate de un tema distinto: “Por qué es importante pensar los espacios públicos con perspectiva de género”.
Mantienen sus candidaturas otros referentes larretistas como los ministros porteños Fernán Quirós y Soledad Acuña. Jorge Macri, el postulante de su primo y de Bullrich, crece en las encuestas y mantiene su desafío: que la definición del candidato del Pro que se enfrentará con el radical Martín Lousteau surja de internas abiertas. Es una provocación: eso implica que el elegido salga del voto de afiliados al Pro y ciudadanos comunes.
Los problemas provinciales
El panorama en otros distritos es aún más intrincado para Juntos por el Cambio. Macri, Bullrich, María Eugenia Vidal, Miguel Angel Pichetto, Waldo Wolff, Alex Campbell y otros dirigentes viajarán a La Pampa este miércoles para explicitar su apoyo a la candidatura a gobernador de Martín Maquieyra y a intendente de Santa Rosa de Martín Ardohain, el primo de Pampita.
En esa provincia se votará el 12 de febrero, en las primeras PASO del año, pero la interna de JxC no se perfila tan virulenta como en otros puntos del país: Maquieyra, diputado nacional del Pro alineado con el proyecto nacional de Larreta, competirá en las primarias contra el candidato radical, Martín Berhongaray.
Hay provincias donde parece inevitable la fractura de JxC, como Mendoza, Neuquén y Río Negro, donde el Pro y la UCR no logran acuerdos para competir dentro de las PASO. En cambio, en Chubut, otro distrito donde no hay PASO, se definió la semana pasada que habrá internas abiertas en Juntos por el Cambio para que la candidatura a gobernador de la coalición se dirima entre el senador nacional Ignacio Torres, del PRO, y el intendente de Rawson y titular de la UCR provincial, Damián Biss.
Aún así, la pelea no se insinúa tan pacífica. Desde el Pro le apuntan a Biss por sus lazos con el gobernador Mariano Arcioni, mientras el radical chubutense Mario Cimadevilla, exsenador nacional, recalentó el ambiente al criticar la alianza con “personas como Macri, que han usado el Estado para enriquecerse, o con Horacio Rodríguez Larreta que con lo que se conoció últimamente tiene un maxiquiosko”.
Tampoco fue muy concilador diputado provincial por la UCR Manuel Pagliaroni: “Parece que algunos referentes de JxC anduvieron haciendo pucherito en Buenos Aires para que la Mesa Nacional saque un comunicado intrascendente e inaplicable”, publicó en Twitter.
El problema es que la sanción es que los rebeldes no podrán utilizar las siglas de JxC en alianzas, colectoras o lemas. Por ahora, la mayoría no se asustó por las sanciones y se apresta a elegir otro nombre para competir.