La ciudad de Buenos Aires es el distrito del país más afectado por la informalidad. Entre “saladitas” y manteros hay 12.268 puestos ilegales. En algunos barrios porteños, como Flores, Once y Liniers, la ubicación de los vendedores vuelven completamente intransitables las veredas. Por lo que FECOBA pidió que se declare la emergencia del espacio público de la Capital.
Según argumentan desde la entidad, “la expansión de la venta ilegal no sólo destruye al comercio, sino también al país, desalentando a la industria, a los emprendedores, la radicación de empresas, el diseño y el desarrollo de la Nación”.
Las estimaciones afirman que la venta entre manteros y saladitas moviliza más de $ 43.600 millones por año en el país, “que se traducen en menos empleo formal, menos derechos para los trabajadores, y menos impuestos destinados al bienestar común como salud, educación, seguridad, o infraestructura”.
En consecuencia, desde FECOBA sostienen que “la única forma de frenar esa cadena de producción y comercialización ilegal y esclava, es con la intervención múltiple de las autoridades encargadas de controlar y gestionar. Por esa razón, FECOBA pide la creación de una Comisión Especial integrada por los Ministerios del Interior y Trabajo de la Nación, el Gobierno de la Ciudad, AFIP, Aduana, la Policìa Federal y Metropolitana para que actúen en conjunto y logren erradicar este flagelo”.
“La venta ilegal encubre un negocio millonario diseñado por mafias organizadas que desarrollan un sistema de trabajo esclavo, trata de personas en talleres clandestinos, contrabando, robo, piratería de mercadería, y corrupción. La reciente muerte de dos menores en un incendio desatado en un taller clandestino de Flores es una evidencia manifiesta de esa red”, denunciaron.