El diputado nacional, Máximo Kirchner, guarda un viejo rencor hacia Daniel Scioli. A sabiendas de que en el imaginario del PJ está instalado que Cristina Kirchner boicoteó la campaña del exmotonauta en 2015, el diputado dice que la historia fue al revés: que fue el exgobernador el que, hace ocho años, quiso armar un gobierno prescindiendo del kirchnerismo .
El líder de La Cámpora lo explícito hace más de un mes en la reunión del PJ en la sede de Matheu, el cónclave que agudizó las peleas. Ese día, Máximo Kirchner recordó que Scioli “entre las PASO y las generales de 2015 armó un gabinete sin kirchneristas”. Más tarde perdería el ballottage con Mauricio Macri.
Ahora que Scioli comenzó a caminar a buscar su revancha y jugar otra vez en una elección presidencial, La Cámpora inició el operativo de embestida contra el actual embajador en Brasil.
Así lo exhibió el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, cuando el lunes fue invitado por Axel Kicillof y Martín Insaurralde a un acto en Lomas de Zamora, al que, en un último momento, se sumó Kirchner . “Como ciudadano, como mercedino, desde la gestión de Felipe Solá no veo una gestión tan comprometida con las necesidades de la gente”, dijo “Wado” en un discurso cargado de loas a Kicillof.
La frase, por la omisión, fue un dardo envenenado contra Scioli. Al exgobernador bonaerense La Cámpora lo ubica en la misma bolsa que a Alberto Fernández, a quien le endilgan haber hablado en off el récord de “terminar con 20 años de kirchnerismo”.
“Scioli hoy es un supuesto de Alberto”, sostiene desde La Cámpora. El embajador en Brasil, no obstante, no quiere ser visto como el “plan B” de Fernández. En sus charlas políticas dice que no quiere “competirle al Presidente”, pero lo hace como un gesto de institucionalidad: en la práctica está haciendo movimientos firmes para ir por una candidatura porque cree que, tarde o temprano, el jefe de Estado se bajará de la contienda. El exgobernador estuvo días atrás en el conurbano, y en los próximos días se mostró en Córdoba. Tiende puentes con todos los actores del oficialismo y se imagina en una PASO contra un candidato del kirchnerismo.
Aunque tensa la interna al máximo, el kirchnerismo también salió a ratificar que el Frente de Todos (FdT) no se va a romper. Todo en medio de versiones que daban cuenta de un potencial quiebre de la coalición gobernante para aislar al Presidente, mediante la reactivación de un viejo sello, Unidad Ciudadana. Fue De Pedro el encargado de desmentir esa posibilidad. “No se va a romper… No se va a romper el frente y estamos trabajando para ampliarlo”, dijo el ministro.
“Hace un año dije que con Serio Massa y el resto de los miembros del Frente de Todos (FdT) más los gobernadores y los intendentes querían tener una mesa política para discutir. Tuvimos una reunión y todavía la estrategia no aparece. Todo indica que vamos a ir a una estrategia de PASO donde cada sector presente su candidato”, agregó De Pedro. Sus dichos comienzan a desinflar la oportunidad de que emerja un candidato de unidad.