Entre ciertas ausencias notables, la CGT respondió el martes a la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de no sumarse a la huelga general programada para este jueves: “El paro es de los trabajadores de toda Argentina, independientemente de si son colectiveros o no”, afirmó el cotitular de la CGT, Héctor Daer (Sanidad), durante una conferencia de prensa llevada a cabo en la sede de Azopardo 802.
El líder sindical hizo referencia en dos ocasiones a la postura del gremio liderado por Roberto Fernández, aprovechando ambas para hacer críticas indirectas a la UTA. En primer lugar, recordó que la conciliación obligatoria que utilizan los colectiveros para evitar la huelga “se limita al AMBA y no se aplica al resto del país”, sugiriendo que podrían unirse a la protesta en otras regiones.
Luego, añadió: “La conciliación obligatoria se refiere a un asunto totalmente sectorial que no tiene relación (con el paro general), según el departamento legal de esta CGT”.
A pesar de todo, Daer indicó que “la elección que realicen los compañeros será la que determinen y elijan los integrantes de la UTA” y opinó que “no es un asunto que esté sobre la mesa” ya que “el paro involucra a la totalidad de las organizaciones confederadas, junto con todas las agrupaciones que forman parte de las dos CTA, por lo que el paro va más allá de un simple paro de colectivos”.
De cualquier manera, buscó minimizar la relevancia de la decisión de la UTA al señalar que “el 9 de mayo pasado, durante un paro, también circularon colectivos y la huelga fue muy efectiva”.
Durante la reunión con los medios, llevada a cabo en el Salón Felipe Vallese de la central sindical, Daer confirmó la participación de la organización en la movilización de este miércoles en el Congreso para respaldar a los jubilados, así como el paro general de 24 horas del jueves. Sin embargo, esto ocurrió en un contexto de notables ausencias de algunos líderes, en medio de las tensiones internas provocadas por la nueva huelga.
Daer estuvo acompañado en el estrado por los otros cotitulares de la CGT, Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Octavio Argüello (Camioneros), además de Andrés Rodríguez (UPCN), Sergio Romero (UDA), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Julio Piumato (judiciales), Laura Lorenzo (SMATA), Verónica Espósito (aeronavegantes) y Vanesa Núñez (UTEDYC). En las primeras filas se sentaron Rodolfo Daer (Alimentación), Cristian Jerónimo (vidrio), Horacio Otero (UOM) y Alejandro Gramajo (UTEP), representante de los movimientos sociales que se sumaron a la protesta.
Quienes no estuvieron fueron, entre otros, Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (Seguros), Abel Furlán (UOM), José González (Comercio), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Sergio Palazzo (bancarios) y Argentino Geneiro (gastronómicos), además, obviamente, del dirigente apuntado por la CGT en estas horas: Roberto Fernández, cuyo sindicato tampoco estuvo en la reunión del Consejo Directivo en la que se decidió el paro general y la movilización del miércoles.
Por su parte, Juan Carlos Schmid, líder de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), recordó la contribución de los sindicatos durante la pandemia y criticó que “este Gobierno, en el tratamiento de la Ley de Bases, ha comenzado por introducir el término esencialidad, que anula el derecho a huelga, es decir, restringe el ejercicio de la libertad en un gobierno que se basa en la práctica de dicha libertad”.
También minimizó la falta de apoyo de la UTA al paro, argumentando que “este es un conflicto que involucra a toda la clase trabajadora argentina” y expresó que “los trabajadores organizados en sindicatos acatarán disciplinadamente la medida del día 10”. Luego, advirtió: “El paro es un derecho constitucional. La democracia no se acaba a las seis de la tarde después de elegir un gobierno. La democracia se ejerce todos los días. Cuando nos detenemos, estamos ejerciendo la democracia”.
A continuación, tomó la palabra Sergio Romero, secretario de Políticas Educativas de la CGT y líder de la Unión Docentes Argentinos (UDA), quien afirmó que “la educación en Argentina enfrenta una crisis profunda y los trabajadores estamos esforzándonos por revertir esta situación, intentando mantener un diálogo con el Estado empleador, lo cual resulta muy complicado”.
El dirigente destacó que el Gobierno “no está cumpliendo con la inversión estipulada en la Ley de Financiamiento Educativo, ni en la Ley de Educación Técnica y Formación Profesional, ni tampoco en la Ley de Educación Nacional, que establece que el Estado Nacional debe asegurar la inversión en el sistema educativo y proporcionarle financiamiento. Sin embargo, esto no se está materializando: todos los salarios iniciales de los docentes en Argentina están por debajo de la línea de pobreza”.
“Tampoco hay inversión en infraestructura escolar -añadió el secretario general de UDA- y se podría mencionar mucho más, pero la preocupación debe ser de todos los argentinos, ya que en este lugar estamos educando a nuestros hijos y nietos. Como mencionó el Papa en su momento, la educación argentina atraviesa una crisis profunda y no somos nosotros los responsables, sino quienes dirigen la política y la gestión, es decir, el gobierno nacional”.
Antes de la rueda de prensa, se presentó un comunicado de la CGT que explica su decisión de llevar a cabo el paro general: “Los trabajadores y trabajadoras paramos ante una desigualdad social intolerable y un gobierno que ignora nuestras demandas para exigir mejores ingresos y una calidad de vida digna para todos y todas”, inicia el documento.
Además, señala: “Lo advertimos a tiempo y la realidad lo ha confirmado. El costo del ajuste ha recaído sobre los trabajadores y trabajadoras activos y pasivos, mientras que el sector financiero ha multiplicado de manera obscena sus ganancias”.
Para la CGT, “el gobierno que muestra insensibilidad hacia los problemas de la ciudadanía, un gobierno que lleva a cabo actos de represión salvaje e injustificada y que viola constantemente los acuerdos institucionales, desfinancia la educación y la salud, abandona la obra pública, manifiesta desprecio por las minorías, ajusta a los jubilados e impone restricciones en la negociación colectiva”.