Como parte de su auditoría, la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que desembarcó en Buenos Aires y que encabeza Gita Gopinath recibió este jueves a un enviado de la CGT para escuchar sin intermediarios la postura de los gremios sobre el curso de la economía de la gestión de Javier Milei.
La gestión del encuentro corrió por cuenta del jefe de la Uocra, Gerardo Martínez, uno de los dirigentes sindicales más influyentes de la central obrera, donde está a cargo de la secretaría de Relaciones Internacionales e integra el ala más dialoguista.
Martínez contó con el aval de la CGT para encontrarse con Gopinath, a quien le pidió su intervención para abrir un canal de diálogo y negociación con el Presidente, a quien la funcionaria del organismo de crédito vio antes, en la Casa Rosada. “Sin diálogo, vamos a resistir. En la Argentina no hay fuerza política que pueda resolver las cosas en soledad, es necesario que haya diálogo institucional y eso es lo que pedimos”, dijo el gremialista.
Durante el encuentro, que duró 30 minutos, Martínez le advirtió al equipo del FMI que el programa económico de Milei generará más pobreza. El sindicalista percibió a Gopinath “preocupada” por la situación. La funcionaria también había estado reunida con economistas de diferentes corrientes.
El jefe de la Uocra, que además es miembro permanente de la Organización Internacional del Trabajo, fue el que gestionó los tres encuentros con los enviados del FMI que se dieron durante la gestión de Mauricio Macri, como el intercambio virtual durante la pandemia del coronavirus. Entre los sindicatos, el FMI remite a las peores pesadillas y es casi una mala palabra. Pero con el organismo de crédito instalado en el país, la CGT busca ahora su intervención para negociar con Milei. Además, los gremios advirtieron sobre el rumbo económico y los riesgos del ajuste a ritmo de machete que impone la gestión libertaria.
“Con el DNU, Milei puso en tela de juicio el contrato social del país. Este ajuste a los cachetazos es riesgoso. Respetamos al Gobierno y su legitimidad, pero creemos que es necesario un acuerdo político, que genere confianza, seguridad jurídica para atraer inversiones”, planteó Martínez, que no descartó un eventual aval de la CGT a una reforma laboral, “pero que no sea por decreto, sino consensuada y en el que todos pongan un poquito”.
El sindicalista, además, reforzó un viejo pedido que ya le hizo a otros funcionarios del FMI: repatriar los dólares de argentinos que están en el exterior. “En su momento, Roberto Cardarelli, del Fondo, nos dijo que había 170.000 millones de dólares de argentinos en el exterior sin ser legítimos, en cuentas offshore, no declarados. Es necesario que ese dinero sea blanqueado y que se invierta en el país”, dijo Martínez, quien la semana próxima tiene previsto encuentros en Washington con autoridades del Banco Mundial y del Banco Internacional de Desarrollo para intentar destrabar aportes al país para que no se frene la obra pública, uno de los sectores más en caída desde la asunción de Milei.