Los poderosos gremios de la CGT surcan la interna del Frente de Todos (FdT) en un escenario de marcada dispersión entre el abanico de posibles candidatos presidenciales, en el que -a falta de un objetivo uniforme- imperan las apuestas e intereses personales de algunos sectores sindicales.
No hay acuerdo en la cúspide cegetista en el sentido de bendecir un candidato único para dar la pelea presidencial. Pero si una anuencia bastante generalizada, al menos mientras ninguno se desmarque, sobre la conveniencia de que finalmente la oferta electoral del espacio se defina en las PASO.
Los gremialistas creen que no hay margen para una imposición de nombres como alienta el kirchnerismo y que una definición que surja de las primarias servirá para potenciar las chances electorales de la coalición.
“La gran mayoría coincide en que tienen que ser las PASO las que determinen al candidato. Es la mejor manera de evitar que alguien se sienta con la acción de oro para tomar la decisión”, indicó un referente de la primera línea de la central obrera.
Dentro de esa mayoría se enrolan los dirigentes de los espacios dominantes en la conducción cegetista, como los “gordos” (grandes gremios de servicios), los “independientes” (UPCN, UOCRA y Obras Sanitarias) y el barrionuevismo. También Pablo Moyano, a pesar de la sinuosidad de sus movimientos políticos, es uno de los más eufóricos defensores de las PASO aunque en el Fresimona, frente de gremios que le responde, ya se han pronunciado algunas voces disonantes con esa postura.
Massa primera opción, Scioli el Plan B
Como parte de ese entramado aparecen los triunviros Héctor Daer y Carlos Acuña (que se desmarcó del apoyo de su jefe gremial Barrionuevo a “Wado” de Pedro), los independientes Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri, y casi todos los dirigentes de la mesa chica de la entidad. El jefe camionero Hugo Moyano es otro de los que comparte la misma apuesta.
Massa es allí la principal opción electoral, pero también alientan un Plan B con la posibilidad de jugar en favor de Scioli si finalmente el tigrense desiste de la pelea. “Wado” de Pedro, en cambio, sigue sin despertar el entusiasmo de ese grupo.
En cambio, la alternativa de un acercamiento al embajador tomó mayor cuerpo en las últimas semanas: hubo encuentros informales que algunos dirigentes, como con el propio Daer, y charlas en las que el ex motonauta desgranó sus propuestas y ejes de campaña.
El número dos de camioneros no blanqueó allí ningún apoyo pero renovó el reclamo para garantizar una PASO oficialista, un planteo que generó fuerte ruido en el campamento kirchnerista y entre la otra pata del Fresimona, jugada de lleno por la opción de una candidatura única de “Wado” de Pedro.
El juego de Barrionuevo
Fiel a su tradición, siempre más política que gremial, el gastronómico trabaja en la ampliación de la red de adhesiones al ministro desde el día uno. Llamativamente comparte el esfuerzo con los sectores de la CGT enfrentados desde siempre a su práctica sindical.
Sobresalen en esa opinión el grupo de dirigentes del frente de Pablo Moyano más enrolados con el kirchnerismo (Mario Manrique del Smata, Omar Plaini, Graciela Aleña, y el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa) que se mueve en tándem con los ceteístas Hugo Yasky y Roberto Baradel, y la Corriente Sindical del bancario Sergio Palazzo, el dirigente de mayor diálogo con Cristina, que el último viernes lideró una nueva puesta en escena en favor de Wado.
Pero el armado del ministro del Interior en el mundo sindical es más ambicioso: su operador el exministro Julián Domínguez acercó en las últimas horas el respaldo del jefe de Luis y Fuerza, Guillermo Moser, y gestiona para sumar el auspicio de los gremios petroleros y del gas agrupados en la Catheda.