El veto por parte del Presidente de la Nación Mauricio Macri a la Ley Antidespidos aprobada en el Congreso hizo pensar que las centrales obreras resolverían un paro y movilización para manifestar su disconformidad con la medida del Gobierno.
Sin embargo tal cosa no sucederá. Es que los gremios tienen en claro dos cosas clave: primero, que una gran movilización es una fuerte demostración de poder, que no quieren utilizar en esta ocasión ya que entienden que el tema no se resolverá en lo inmediato.
La otra cuestión clara es que la agenda inmediata está colmada con la unificación de los movimientos obreros y no en planes de lucha.
De lograrse la unificación en el corto plazo, la CGT oficial juega el nombre de Juan Carlos Schmidt, de Dragado y Balizaje como nombre para conducir al movimiento gremial.
En cambio si en el proceso de unificación se le da juego a actores de la oposición como Diego Bossio y Sergio Massa, el líder del Frente Renovador tiene sus nombres propios para poner sobre la mesa, como Omar Viviani y Héctor Daer, de la Sanidad, para quedar al frente de la unificada CGT.
