El año pasado aumentaron las expensas un 34,7 por ciento, es decir, por encima de la inflación. Por esto, vivir y alquilar en la Ciudad se vuelve un objetivo privilegiado.
El Gobierno de la Ciudad diseñó un esquema para bajar el gasto hasta un 20%, apuntando al fin de la obligatoriedad de la vivienda para porteros y mayores plazos en los controles en los edificios.
Actualmente, los edificios con más de 15 departamentos deben disponer de una vivienda exclusiva para los encargados, por lo que se quiere quitar esta obligación del Código de Edificación.
Otras de las claves serán las modificaciones en los controles en los edificios como la limpieza en los tanques, que se realiza cada seis meses. El nuevo plan propone que sólo se haga un análisis de laboratorio y que se realice el trabajo cuando el resultado sea negativo, cada un año, el doble que el plazo actual.
Además, propone que los monitoreos en los ascensores sean más frecuentes en los dispositivos más antiguos que en los más nuevos. Actualmente, estos se realizan mensualmente de manera simultánea, al igual que las calderas.
También se prevé la eliminación del certificado llamado “Edificio seguro”, que contempla los controles que ya fueron realizados previamente.
Por otra parte, el plan impulsa la baja de costos administrativos, que reduciría a los imprescindibles, y el Banco Ciudad ofrecerá una cuenta gratuita para cada consorcio.