La Ciudad ya tiene su ley integral de los derechos humanos de las personas mayores. Cuenta con la autoría de María Sol Méndez y el impulso de Graciela Ocaña, ambas legisladoras de Confianza Pública, y busca promover, regular y hacer efectivos los derechos de los adultos mayores.
Se aprobó este jueves con la firma de los principales bloques, entre ellos, La Libertad Avanza; Vamos por más; UCR; Confianza Pública y Unión Por la Patria. Si bien la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires en su artículo 41 “garantiza a las personas mayores la igualdad de oportunidades y el pleno goce de sus derechos” resulta imperioso que, para que estos derechos sean efectivos, se legisle de forma programática y se promuevan medidas de acción positiva que los garanticen.
En su artículo 2 la presente ley establece que “la política pública de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires atenderá las necesidades específicas que eleven la calidad de vida de las personas mayores garantizando igualdad de oportunidades, el pleno goce de sus derechos, su protección integral física, económica y sociocultural, promoviendo la potencialidad de sus habilidades y experiencias y generando alternativas a la institucionalización”.
Ocaña resaltó: “La ciudad será pionera en tener una ley integral de estas características. Se trata de un proyecto que venimos impulsando desde hace muchos años y que establece -entre otras cosas- que las personas mayores van a tener prioridad en todos los turnos de la ciudad. Desde los turnos médicos hasta los trámites corrientes de la vida cotidiana; y que la atención debe ser garantizada mediante los canales que los adultos mayores necesiten. Una ciudad moderna no siempre significa un distrito automatizado. No todo se resuelve con una app. El verdadero progreso debe incluir todas las opciones, entre ellas la atención telefónica personalizada para aquellos que no deseen chatear con un bot por más simpático que parezca”.
La pandemia de coronavirus elevó la tendencia a la automatización de la atención en los distintos servicios y, lo que significó progreso para algunos, terminó siendo una complicación para otros. Esta ley vuelve a poner en valor los postulados de La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y será un salto de calidad para todos ellos.
Sol Méndez -autora del proyecto- aseguró que “se trata de un reconocimiento para todos los adultos mayores que viven en la ciudad y una puesta en valor de sus derechos que tantas veces han sido postergados. Es importante que estén en el centro de nuestras políticas públicas para que tengan el trato que merecen. La ciudad asumió el compromiso internacional de llegar a ser una Ciudad Amigable para todos ellos de cara al 2030”.
Muchas veces el exceso de tecnología en la atención que brinda el estado, les quita autonomía a personas que, de otra manera, son perfectamente independientes.
El último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, llevado a cabo el 18 de mayo de 2022 determinó que la Argentina tiene aproximadamente 46.044.703 habitantes, pero el dato curioso que reveló esta última medición es que la población argentina está envejeciendo. Se trata de un fenómeno que se repite en muchos países del mundo y existen dos condiciones bien definidas para que esto suceda: el descenso de los nacimientos en la última década y el aumento de la expectativa de vida en los adultos mayores. El otro dato insoslayable es que los grandes centros urbanos y, en especial la Ciudad de Buenos Aires, deben prepararse para dar respuesta a esta situación convirtiéndose en ciudades amigables para con sus mayores. No se trata de un mero slogan. Los pilares de la nueva interacción deberán apoyarse en la sensibilidad, la amabilidad y la accesibilidad para todos.