El gobierno porteño gasta 84 millones de pesos al año para reparar los daños causados por vándalos en monumentos, frentes de edificios públicos, cartelería urbana y juegos de plazas, entre otros. Como así también la reposición de cestos de basura robados y la quita de afiches y pegatinas varias, según informa el diario La Nación.
Este monto se incrementa sensiblemente cuando grupos de violentos destrozan lugares públicos, como ocurrió en la 9 de Julio, durante los incidentes tras la final del Mundial de fútbol. Solamente las roturas en las estaciones del Metrobús y en la Plaza de la República demandaron una erogación de 8 millones y medio de pesos.
Uno de los actos vandálicos más recientes ocurrió en octubre pasado, cuando le robaron la raqueta de tenis a la escultura de la ex tenista Gabriela Sabatini, en el Paseo de la Gloria, en Costanera Norte. Su reparación costó más de 12 mil pesos.
La escultura fue restaurada por el artista que la realizó, Carlos Benavídez. La licitación por la cual se le otorgó la comisión de esta obra incluía el pago de honorarios artísticos y cubría, también, el mantenimiento por pequeños daños que sufriera. Sin embargo, los arreglos demandaron el pago extra de la suma consignada.
Tal vez una de las esculturas más vandalizadas de la ciudad es la que recuerda al dúo conformado por Alberto Olmedo y Javier Portales, en la avenida Corrientes, casi esquina Uruguay. La composición, junto con la que se retratan miles de vecinos y visitantes, fue atacada seis veces en dos años. El último hecho ocurrió el 22 de enero de este año, por la madrugada, cuando destruyeron el brazo izquierdo del personaje de Javier Portales.
También fue vandalizada en marzo pasado la escultura de Don Fulgencio, en el Paseo de la Historieta. La obra fue pintarrajeada y le rompieron un brazo.
Rodrigo Silvosa, subsecretario de Mantenimiento de Espacio Público de la Ciudad, dijo que los daños sobre los monumentos van más allá de lo económico: “Además de los daños físicos sobre los bienes de la ciudad, que son parte del patrimonio, los actos de vandalismo traen aparejados otros aspectos que no son mensurables en dinero, como el malestar y la indignación que ellos generan en los vecinos”, dijo.
Si bien el artículo 80 del Código Contravencional porteño especifica que quien ensucia “bienes públicos o privados” tendrán una multa de hasta 3000 pesos, esta sanción hoy no se aplica.
En septiembre pasado comenzaron los trabajos de hidrolavado del muro de la Reserva Ecológica y de los bancos de cemento, que estaban pintados con aerosol. La quita de estos grafitis está a cargo de la Dirección de Mantenimientos y Talleres, y se extenderá al menos hasta el mes próximo.
El hidrolavado del muro comenzó en la entrada de la Reserva Ecológica, recientemente inaugurada, frente a la fuente Las Nereidas, y continuará hasta la intersección de Mariquita Sánchez de Thompson y la avenida Giralt. También se lavarán la glorieta de la avenida Rafael Obligado, las veredas y los bancos a lo largo de toda la Costanera.
Otros destrozos
En el Parque Tres de Febrero, se están quitando los grafitis del mobiliario, puentes, bancos y esculturas. Y en la avenida Lugones se destrozaron el alambrado y los postes de hormigón que cubrían el paredón que la separan del estadio de River. El gobierno porteño había instalado un cerco para evitar las pintadas sobre esa pared de tres kilómetros de extensión.
“El paredón debe ser repintado cada dos meses para tapar las inscripciones políticas. Hace un tiempo, se instaló un alambrado de dos metros de alto sostenido por postes de hormigón para impedir las pintadas, pero una noche fueron arrancados, y la pared, que es verde, tiene nuevas pintadas políticas”, indicaron en el Ministerio de Espacio Público. Ahora se proyecta sembrar una línea de árboles, lindera al paredón. La obra tenía un presupuesto de 2.800.000 pesos, pero se sumarán otros 600.000 pesos para reponer el alambrado destruido y los postes, que serán reemplazados por unos de hierro.