Debido a la gran cantidad de casos diarios de Covid y al aumento de la atención médica que esos contagios requieren, el Gobierno porteño ordenó este jueves a las clínicas privadas que deberán reprogramar o suspender las operaciones médicas programadas o que no sean urgentes.
El decreto, que será publicado este viernes en el Boletín Oficial de la Ciudad y lleva la firma del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Salud, Fernán Quirós, señaló que el fin es “contar con la mayor cantidad de recursos asistenciales disponibles que permitan la atención de pacientes con Covid-19, tanto ambulatoria como de internación”.
El decreto indica que la medida “se fundamenta en el estado actual de la situación de emergencia epidemiológica, atento el elevado número de casos e incremento del nivel de ocupación de camas”.
“Establécese que los efectores del subsistema de salud privado y los de la seguridad social deberán reprogramar y suspender, durante el plazo de treinta días corridos, la atención programada y las intervenciones médicas vinculadas a patologías que con criterio médico no sean de carácter urgente”, ordenó el Gobierno de la Ciudad en el decreto.
En los considerandos del texto, se explicó que la medida se tomó “en virtud de la velocidad con que evoluciona la situación epidemiológica”. “El Ministerio de Salud en su carácter de Autoridad de Aplicación, ha considerado necesaria la adopción de medidas a los fines de reducir la amenaza y al riesgo sanitario, con el fin de mitigar el impacto de la epidemia de Covid-19 y preservar así la salud pública”.
Además, el decreto indica que “en el contexto actual, y atento la evaluación de la condición epidemiológica realizada por el Ministerio de Salud, se advierte la necesidad de una acción articulada y coordinada de todo el sistema de salud en su conjunto, enfocando los esfuerzos del sistema sanitario para la atención de pacientes con COVID-19, sin desatender las necesidades más urgentes”.
Para ello, estableció “que los efectores del subsistema de salud privado y los de la seguridad social deberán reprogramar y suspender, durante el plazo de 30 días corridos, la atención programada y las intervenciones médicas vinculadas a patologías que con criterio médico no sean de carácter urgente o que no puedan ser discontinuadas o postergadas”.