La sesión de este jueves de la Legislatura porteña tuvo un plato fuerte: la creación de la Agencia de Bienes.
El Pro ya intentó en varias ocasiones tratar en el recinto este proyecto, que al comienzo se contaba con la negativa de gran parte de la oposición. Sin embargo, este jueves se lanzó al ruedo el proyecto y en el oficialismo porteño descontaban su aprobación, que al final se produjo.
Los votos que necesitaba el Pro para la aprobación provinieron del bloque Confianza Pública, de Graciela Ocaña, del bloque Suma+, del peronismo no camporista y de algún monobloque.
La apertura de la sesión, estuvo a cargo del vicejefe de Gobierno Diego Santilli y a Francisco Quintana (Pro) como relator dsel oficialismo, que explicó las modificaciones al proyecto original y exhibió el suficiente optimismo como para considerar que “estamos convencidos de que esta propuesta es una versión mejorada del texto anterior”.
Luego, Adrián Camps (PSA) pidió la palabra y denunció que el proyecto modificado acababa de serle entregado, ya con el tratamiento del proyecto en marcha, por lo que pidió la lectura completa del mismo, porque, argumentó, “no podemos discutir sobre algo que desconocemos”. “Los diputados que no hemos participado de este acuerdo, tenemos derecho a saber”, remató.
Tras la lectura completa del proyecto, Camps retomó la palabra y dijo que con las modificaciones, “la Ciudad va a quedar en mano de las corporaciones”.
Luego vino el turno de las oposiciones de Gustavo Vera (Verde Alameda), Roy Cortina (Partido Socialista), Fernando Vilardo (Autodeterminación y Libertad), Marcelo Ramal (PO) expresó que la aprobación será “un golpe parlamentario para privatizar la ciudad”. Patricio del Corro, por su parte, manifestó que “así como el exintendente porteño Carlos Grosso será recordado por el negociado de la Escuela-Shopping, este gobierno será recordado por la implementación de este proyecto”.
Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) mostró su descontento con el proyecto y dijo que “roza la ilegalidad”, y que no deja prever el “espíritu” con que lo encararon, tanto el Ejecutivo como el Legislativo.
Luego, Hernán Rossi anunció el voto positivo del bloque Suma+, pese a que reconoció que “para nosotros no es prioritario este proyecto”. Rossi dijo que su espacio se propuso “asegurar la constitucionalidad de esta herramienta”, y que acompañarán el proyecto ya que “no queremos ser un obstáculo a la gestión. Nos propusimos ser una oposición constructiva, y eso vamos a hacer el día de hoy”, expresó.
Carlos Tomada (Frente Para la Victoria), primero mostró su malestar por la maniobra que hizo que el proyecto final se dispusiera sobre las bancas de los legisladores al mismo momento en que el proyecto era tratado y luego develó que el FPV dio “libertad de acción a sus legisladores”, por lo que algunos votarían a favor del proyecto y otros en contra. También anticipó que tanto él como Gabriel Fuks se abstendrían en la votación.
De hecho, votaron favorablemente el proyecto los legisladores peronistas María Rosa Muiños, Claudio Heredia, Claudio Palmeyro y Silvia Gottero, en tanto que el resto del bloque votó negativamente.
El presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, Agustín Forchieri (Pro), fue quien cerró la ronda de exposiciones previa a la votación. En su discurso, defendió el contenido del proyecto, resaltando la creación del Parque de la Innovación, y remarcó que “Buenos Aires es una ciudad que crece” y que “los cambios que han mejorado nuestra Buenos Aires, muchas veces han sido resistidos en sus inicios”, como por ejemplo, “el metrobús, que vino a innovar el sistema de transporte público”.
A las 16:00, finalmente el proyecto se votó. El resultado fue el esperado: 42 legisladores se mostraron favorables a la iniciativa; 16 votaron en contra y dos -Fuks y Tomada- se abstuvieron. A las 16:15, una vez aprobado el proyecto, el presidente del bloque del Pro, Francisco Quintana, pidió que se votara el levantamiento de la sesión, un deseo que fue aprobado casi inmediatamente.
La Agencia de Bienes era un hecho.
Mientras tanto, la pizarra no mentía: