En la Ciudad ya se trabaja por las tres T del Papa

En la Ciudad ya se trabaja por las tres T del Papa

Por Antonio Lizzano

El mensaje sobre tierra, techo y trabajo motivó un encuentro del que participaron Alejandro Amor; Juan Manuel Olmos; Víctor Fernández, de la Uca, y Carlos Accaputo, de la Pastoral Social porteña.


El mensaje de Francisco fue tan claro y directo que se difundió mundialmente e impactó a todos: en su visita de julio a Bolivia, el Papa cerró el Encuentro de Movimientos Sociales y Populares con una afirmación que fue escuchada por miles de representantes internacionales.

“No se achiquen, luchen por las tres T: tierra, techo y trabajo”. La exhortación del Sumo Pontífice no solamente se dirigía a la comunidad católica sino a todas las personas del mundo, cualquiera fuese su credo o su fe.

Siguiendo la línea trazada por Francisco, el miércoles de la semana última se realizó en la Manzana de las Luces un encuentro del que participaron el defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor; el titular del Consejo de la Magistratura, Juan Manuel Olmos; el rector de la Universidad Católica, Víctor Manuel Fernández, y el titular de la Pastoral Social porteña, Carlos Accaputo.

Durante el encuentro, la Defensoría del Pueblo, que lidera Amor, dio a conocer dos proyectos de ley para “la dignificación de trabajo en talleres textiles y la integración sociourbana de la villas”. Ambas iniciativas ya fueron presentadas en la Legislatura porteña.

Los proyectos fueron explicados en detalle por el propio Amor, durante la jornada de reflexión que se denominó “La cuestión social actual y el mensaje de Francisco: tierra, techo y trabajo”.

“El motivo de la jornada fue reflexionar acerca de la necesidad de las tres T: tierra, techo y trabajo, que constituyen un punto de partida para abrir el debate. A partir de este momento tenemos que asumir diariamente como propias la responsabilidad y la conducta que Francisco nos está marcando con su mensaje y su ejemplo”, dijo Amor al explicar los objetivos del encuentro.

En esa misma línea se encuentran los dos proyectos de ley que presentó la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. “Depende de cada uno de nosotros romper con esa invisibilización del Papa y su mensaje. Y los dirigentes tenemos la responsabilidad de hacernos cargo de los problemas de la gente, trabajar para solucionarlos y asumir los riesgos sin importar los costos”, destacó el defensor del Pueblo.

Coincidencias y trabajo en conjunto

Todos los participantes del encuentro coincidieron en resaltar el discurso que dio Francisco en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, cuando afirmó el carácter sagrado de los derechos a la tierra, al techo y al trabajo, y recomendó “poner la economía al servicio de los pueblos” y oponerse a “una de exclusión e inequidad”.

Monseñor Fernández fue el encargado de dar inicio a la jornada.

“En el planteo del Papa se mantiene una determinada lógica que está relacionada con no discutir en teoría sino mirar lo que dice la práctica. Y dice: ‘Parece que unos nacieron con más derechos que otros’”, manifestó el prelado.

Fernández y los asistentes al encuentro coincidieron en el mensaje de Francisco de promover la “cultura del encuentro” y la plena inclusión de los pobres, así como en las críticas a la economía de mercado y al ejercicio del poder sin límites.

“El Papa interpela a los responsables de las desigualdades, pero también a todos nosotros, que caemos en la complicidad pasiva y muda. El Papa dice que hay muchas formas elegantes de hacer invisibles a los pobres”, señaló el rector de la Universidad Católica.

Y volvió el mensaje papal a favor de los más necesitados. “A todos los que de alguna manera desde chicos hemos asumido la opción por los pobres, que hemos intentado estar cerca de ellos, a veces nos llega un momento de la vida en que sin darnos cuenta nos distraemos y perdemos las reacciones. Mantenemos el discurso en las palabras, en cierta conceptualización muy coherente, pero perdemos la reacción concreta. Por eso vale la pena recoger este llamado de atención”, aseguró.

Dentro de este marco, también hizo hincapié en el rol que les corresponde a los políticos. “El Papa nos invita a una especie de espíritu contemplativo aun en medio de la política. A la larga, los políticos que realmente tienen incidencia entre los pobres y que realmente logran algo duradero en la promoción social de los pobres son los que los visibilizan, los que no los apartan ni los buscan en determinado momento para cumplir un proyecto, sino que realmente los tienen en el corazón”, dijo. Y agregó: “Solo de esta forma los pobres serán realmente integrados en la Ciudad con los mismos derechos”.

La hora de las acciones

A su turno, Juan Manuel Olmos reflexionó acerca de la figura de Francisco y el “marketing papal”, a la vez que advirtió sobre los riesgos de tomar del Papa solamente lo que muestran los medios. “Esta fascinación por el personaje genera una invisibilización y una banalización sobre el mensaje de la pobreza. Y nosotros, como representantes del conjunto de la sociedad, no debemos caer en posturas de cómoda pasividad ni de indignación abstracta frente a la pobreza”, señaló.

Y como el resto de los concurrentes, volvió a subrayar el objetivo de las tres T. “Tierra, techo y trabajo son una sola unidad de concepción que tiene puesto en el hombre, y fundamentalmente en los más pobres y en los sectores excluidos, el cuidado de la tierra. No existe cuidar la tierra como una cuestión de marketing o de moda. Cuidemos la tierra también para los que sufren e incluyamos a los que no están incluidos”, manifestó el presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad.

Para Olmos, este es el momento de las acciones concretas: “El verdadero compromiso es cuando tenemos el poder de accionar y nos toca en la responsabilidad del Estado tomar decisiones. La otra es una postura de comodidad, en algunos casos de inconciencia y en otros casos hasta de maldad. La ética sin amor es ponerse en un lugar de denuncia pero de total indiferencia a la realidad que nos circunda”.

Para finalizar, contó una anécdota personal: “En una visita que hicimos con jueces de la Ciudad de Buenos Aires al Papa, él les pidió que “no se la creyeran”, porque es fácil desde un lugar de magistrado creérsela. Les pidió que “se saquen la venda de los ojos a la hora de juzgar, que miren quiénes son las partes, quiénes los débiles y quiénes los pobres cuando van a juzgar. No hagan justicia sin mirar, no hagan justicia solamente con la letra de la ley, sino que miren la debilidad, porque quienes recurren a la Justicia recurren a la última salvación del Estado, la última forma de reconocimiento de un derecho. Ser independientes no significa ser indiferentes”, detalló.

La importancia de optar por los que menos tienen

“El Papa pide que los pobres sean protagonistas. Y a los Estados y a los gobiernos, y yo agrego a otras organizaciones sociales y a los movimientos obreros, que ayuden a los pobres para que puedan ser sujetos de sus propios proyectos de liberación y de integración plena de derechos en la sociedad. El Papa dice con toda claridad que la cuestión social y la pobreza tienen que ver con actos deliberados de visiones políticas y económicas que ponen a una parte de la sociedad fuera del sistema”, arrancó su discurso el padre Carlos Accaputo.

“Los que nosotros llamamos excluidos, los que están descartados, están dentro, no están fuera. Y eso tiene que transformarse en algo positivo y real, no solo nominal o abstracto. Por eso el Papa es muy crítico y permanentemente les reconoce a los movimientos sociales esa capacidad de tener los pies en el barro y de ser sujetos protagonistas de la lucha por la justicia y la dignidad, por su propia integración”, agregó Accaputo.

El titular de la Pastoral Social porteña finalizó su discurso recalcando la necesidad de seguir el postulado de las tres T: “El Papa hace una propuesta clara, un proyecto, cuando dice que es imprescindible que junto a la reivindicación de sus derechos, los pueblos y las organizaciones sociales construyan una alternativa humana a la globalización excluyente. Nos invita a todos, intelectuales, trabajadores, empresarios, políticos, a poner manos a la obra y pensar desde otro paradigma que tenga al hombre como centro. Francisco les pide a los dirigentes que sean creativos y nunca pierdan el arraigo a lo cercano. Esto lo podemos plantear tranquilamente a los dirigentes de la Ciudad, de la Provincia y de toda la Argentina”, aseguró.

Dos iniciativas concretas

La presentación de los proyectos de ley fue una de las cuestiones más relevantes del encuentro. En la reunión, Amor se refirió a la iniciativa para la dignificación del trabajo en talleres textiles y de calzado, cuyo propósito es garantizar las condiciones apropiadas de labor a las personas que se desempeñan en estos establecimientos por medio de la creación de un registro de talleres y actividad.

“No se trata de formular denuncias o acciones circunstanciales ante un determinado taller clandestino, sino de implementar una política de carácter permanente, porque el Estado debe estar donde existen este tipo de conflictos. Lo que estamos proponiendo desde la Defensoría es que se destine un porcentaje del presupuesto al desarrollo de esta política, para terminar con los discusión sobre las partidas y si se ejecutan o no. No es algo complejo, solamente hace falta la decisión del Estado y la participación de empresas y sindicatos, así como las de los demás actores sociales. Debemos luchar por la legalización de estos trabajadores, que tienen derecho a realizar sus tareas en condiciones dignas”, aseguró Amor.

El otro proyecto de ley tiene como objetivo la integración social y urbana de las villas, núcleos habitacionales transitorios y asentamientos de la Ciudad, que permita avanzar en la promoción del derecho a la vivienda digna y a un hábitat adecuado mediante un abordaje integral de la problemática habitacional.

“El motivo de esta jornada fue reflexionar acerca de la necesidad de las tres T, que constituyen un punto de partida para abrir el debate. A partir de este momento, tenemos que asumir diariamente como propias la responsabilidad y la conducta que Francisco nos está marcando con su mensaje y su ejemplo”, concluyó Amor.

El papa Francisco lo repite todo el tiempo. La fe no puede ser un licuado light que se adapte a las conveniencias de quien la profesa. Y repite que es necesario, y cada vez más urgente, tomar partido y trabajar por quienes más lo necesitan. Por eso, se terminó el tiempo de las palabras y ahora es el tiempo de la acción.

Medidas contra la esclavitud laboral

Uno de los proyectos presentados por Amor “se dirige a garantizar las condiciones dignas de labor a las personas que se desempeñan en talleres textiles”.

Para eso, se promueve la creación de un registro de talleres y actividad textil, que “funcionará en la órbita del Poder Ejecutivo que así lo determine”, y en el que “deberán inscribirse con carácter obligatorio” los talleres textiles y las empresas y/o empresarios que soliciten a los talleres textiles la fabricación de prendas y/o demás procesos productivos y de comercialización. A los empresarios les establecerá las siguientes obligaciones: inscribirse en el registro de acuerdo a los datos que se le sean requeridos y mantener esa información actualizada; poner en conocimiento del registro los movimientos relativos a las altas, bajas y modificaciones que se produzcan en su relación con un taller textil alcanzado por la ley, y producir, hacer producir y/o comercializar exclusivamente aquellas prendas o productos que cuenten con la etiqueta o identificación de haber sido intervenidos por un taller registrado”.

A su vez, los talleres textiles deberán “inscribirse en el registro de acuerdo a los datos que se le sean requeridos y mantener esa información actualizada; informar al registro la nómina de personal que se desempeñe en el establecimiento, de acuerdo a la modalidad de vinculación que posea; cumplir con los estándares de habilitación, seguridad y de condiciones y medio ambiente de trabajo que establezca para ello la autoridad de aplicación; contratar los seguros pertinentes por su actividad, sobre bienes y personas; hacer colocar en cada prenda o producto su etiqueta o identificación como taller registrado”.

El proyecto de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad fue presentado con una gran cantidad de datos, para de esa manera darle la justificación para ser aprobado. Por eso en uno de sus párrafos se destaca la importancia de las políticas de Estado en relación al tema del proyecto de ley. “Es preciso que existan rigurosas políticas de Estado tendientes a la regularización de todos los agentes económicos, reduciendo desigualdades y optimizando las herramientas de control para desalentar toda práctica ilegal tendiente a vulnerar los derechos de los trabajadores. Dicha conclusión, por otra parte, es la que emerge de los análisis y estudios llevados adelante por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, que ha brindado oportuno asesoramiento técnico y cooperación sobre el tema”, dice el texto en la parte de los fundamentos.

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