El vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Sergio Pikholtz, fue obligado a tomar una licencia de manera inmediata de su cargo tras el revuelo y la indignación que generaron sus polémicas declaraciones publicadas en la red social X. “No hay inocentes civiles en Gaza, tal vez los niños de menos de cuatro años”, afirmó el dirigente comunitario, palabras que provocaron además de indignación una contundente reacción de la dirigencia de la comunidad judía local.
El dirigente se tomará licencia, según pudo saber Infobae. Además, borró de su cuenta de X el mensaje que precipitó una ola de repudio y la puso en modo “privado”. Si bien esas palabras fueron publicadas anoche, recién esta mañana y en la primera tarde tuvieron mayor rebote, al punto que la DAIA terminó como trending topic.
Ese impacto tan negativo sobre la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas también decidió a las autoridades de esa entidad a tomar rápidamente cartas en el asunto. Recién después de la intervención de las máximas autoridades de la entidad -entre los que está el presidente Jorge Knoblovits- terminaron por definir una decisión para intentar frenar las críticas y el rechazo generalizado. Hubo incluso pedidos concretos para que Sergio Pikholtz directamente renunciara al cargo.
Lo que finalmente se resolvió cerca de las 15 es que el dirigente presente un pedido de licencia, y que procediera a eliminar el posteo de su cuenta de X, que fue interpretado como un mensaje de odio, algo que efectivamente hizo.
Sin embargo, y pese a esas dos decisiones, muchos creen que el daño ya quedó hecho, no sólo hacia el interior de la DAIA, sino también a la campaña de Israel contra el terrorismo islámico de Hamas.
El posteo de Pikholtz muestra a miembros de Hamas fuertemente armados en medio de diferentes situaciones. El también presidente de la Organización Sionista Argentina lo replicó en X junto con la siguiente frase: “Como repetimos incansablemente no hay civiles inocentes en Gaza, tal vez solo los niños de menos de cuatro años. Sin piedad con los asesinos de judíos. Venceremos”.
Las palabras del vicepresidente de la DAIA tienen lugar en medio de la operación militar de Israel en la Franja de Gaza en respuesta a los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023, en el que murieron más de 800 civiles israelíes.
Comunicado de la DAIA pic.twitter.com/ma4zmyf9w9
— DAIA (@DAIAArgentina) January 5, 2024
¿Cómo sigue la guerra?
La guerra entre Israel y el grupo Hamas lleva 90 días y ya son 23.000 los muertos, entre israelíes y palestinos. Desde el 8 de octubre, Hamas y las fuerzas israelíes se enfrentan en la frontera e intercambian misiles diariamente. Los intercambios de disparos se habían limitado a la zona fronteriza de ambos países.
El martes, el número dos de Hamas, Saleh al Arouri, fue asesinado en un bombardeo en Beirut, la capital de Líbano, ataque atribuido a Israel. Mark Regev, asesor del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo a MSNBC que Israel no había asumido la responsabilidad de este ataque, pero “quienquiera que lo haya hecho, debe tener claro: que no se trata de un ataque contra el Estado libanés”. “Quienquiera que haya hecho esto, ha realizado un ataque quirúrgico contra los dirigentes de Hamas”, añadió Regev.
Según una de las fuentes de seguridad libanesas, Al-Arouri murió junto a sus guardaespaldas en un ataque con aviones no tripulados contra la oficina de Hamas en el suburbio sur de Beirut, bastión del movimiento Hezbollah, respaldado por Irán.
El sitio de noticias Al-Mayadeen, vinculado a Hezbollah, informó que el recuento de muertos por el presunto ataque israelí aumentó de cuatro a seis. Esto avivó las tensiones con el grupo terrorista libanés. En un discurso televisado, Hassan Nasrallah, el jefe de Hezbollah, ofreció sus condolencias a Hamas por lo que calificó de “flagrante agresión israelí” la noche del martes.
“La resistencia armada de Hezbollah en el Líbano está más preparada que nunca para enfrentarse al enemigo (…) Si el enemigo piensa lanzar una guerra contra el Líbano, combatiremos sin límites, sin restricciones, sin fronteras (…)”, advirtió Hassan Nasrallah en un discurso desde una localidad secreta y dijo que era un “crimen peligroso” y que no “quedaría impune”.
El ejército israelí no reivindicó el bombardeo, pero afirmó que se preparaba a “cualquier escenario”.