Nadina Díaz, defensora del pueblo rionegrino, decidió realizar un viaje a Italia sin dar previo aviso ni explicaciones a su círculo laboral. Sucede que Díaz aparece en fotos publicadas en Facebook, en el sitio de Pitagora Mundus – Scuola di Lingua e Cultura Italiana, firmando acuerdos en un supuesto rol institucional, pero no hay registros oficiales que justifiquen legalmente ese viaje.
Ni siquiera Adriana Santagati, defensora adjunta, conoce qué movilizó a Díaz a tomar tamaña decisión sin notificarlo.
Adosada a las fotos, en las que se exhibe en un palacio italiano mientras es aplaudida por autoridades de la región aparentemente en Reggio Calabria, hay información descrita por los organizadores de la actividad que indican que Díaz firmó acuerdos con el alcalde de Belvedere y con el ministro de Educación de Kurdistán, en su calidad de defensora del pueblo de Río Negro. De la misma manera, ante la falta de indicaciones oficiales, cabe cuestionar la proveniencia de la financiación de dicho viaje.
Allí detallaron el 9 de julio que en el Palacio Spinelli, sede del rectorado de la Universidad Mediterránea de Reggio Calabria se produjo el encuentro, con posterior firma de los acuerdos, entre Iscapi (Istituto Calabrese di Politiche Internazionali), Enrico Granata (Alcalde de Belvedere Marittimo), Nadina Díaz (defensora del pueblo de Río Negro) y Amanj K. Meerawdali (ministro de Educación en Kurdistán).
La gravedad del suceso responde a la responsabilidad (incumplida) de Nadina Díaz en firmar, previo a una ausencia preestablecida, una resolución delegando sus funciones de la Defensoría, tal como lo establece el artículo 42 de la ley 2756 sancionada el 21 de febrero de 1994.
Entre otras fotografías que aparecieron en dicho portal, la funcionaria aparece con una bandera de Río Negro en un despacho que, en apariencia, es en Italia y está acompañada, entre otras personas, de un hombre con una insignia de la península europea.
En caso de no ser justificado este accionar, Díaz podría llegar al juicio político.