Mediante la Resolución nº 0256/12A través del defensor adjunto de la Ciudad, Gerardo Gómez Coronado, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad recomendó al Subsecretario de Transporte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Dietrich, la elaboración de un Plan de Contingencia ante el cierre de la línea A de subterráneo “a fin de proveer servicios alternativos para los usuarios de dicha línea por el tiempo que dure el cierre”.
La actuación nº 5921/12, iniciada de oficio es “a fin de recabar información sobre el destino de los vagones pertenecientes a la línea A de subterráneo que cerrará próximamente para el cambio de los vagones”.
El día 20 de diciembre de 2011 se votó la ley donde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acepta la transferencia por parte del Estado Nacional de los servicios de transporte subterráneo y premetro. Dicha transferencia se hizo efectiva el 1º de enero de 2013 y entre las primeras medidas anunciadas por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra la de cambiar las formaciones de la línea A para lo cual dicho servicio cerrará entre el 12 de enero y el 8 de marzo de 2013 inclusive.
La línea A circula entre las estaciones Plaza de Mayo en el centro porteño y Carabobo en el barrio de Flores, y transporta aproximadamente 159.000 pasajeros por días cubriendo algunos de los barrios más poblados de la ciudad, como San Nicolás, Montserrat, Balvanera, Almagro, Caballito y Flores, además de servir para combinaciones con otras líneas de subterráneo, tren y colectivos.
“Esta situación, evidentemente, generará un enorme trastorno no sólo para los usuarios del subterráneo sino también para los de los colectivos que verán aumentado su caudal de pasajeros y para el tránsito, porque seguramente aumentará el uso de vehículos privados. En la ciudad han ocurrido distintos eventos que generaron el corte de servicios fundamentales de transporte ocasionando serias dificultades. El 13 de septiembre de 2012, por ejemplo, se produjo un accidente del ferrocarril Sarmiento en la estación Once que, además de la tragedia que ocasionó, llevó a que durante 24 horas el servicio estuviera paralizado. Fueron 24 horas en las que millones de usuarios de la zona oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos del conurbano bonaerense se vieron imposibilitados de poder trasladarse, debido a las consecuencias de dicho incidente”, fundamenta Gómez Coronado.
“En la actualidad en la ciudad no existe un Plan de Contingencia para el transporte en caso de falta de servicios, razón por la cual se hace necesaria la creación del mismo ante incidentes que alteren el normal funcionamiento del transporte público. Cabe recordar que se encuentra en vigencia la Ley 71 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del día 3 de septiembre de 1998, que en su art. 14, inc. E establece como criterio ordenador la “… 2. Sistematización, ordenamiento e integración progresiva de los diversos modos y redes de transporte público…”, la “… 6. Mejora y articulación jurisdiccional de la gestión institucional del transporte de pasajeros…”, incluyendo en uno de sus párrafos un objetivo claro, la “… disuasión al ingreso de automotores privados a zonas de fácil congestión vehicular…”, explica el Defensor adjunto .