De trayectoria radical, como su padre –el actual diputado oficialista Leopoldo Moreau- Cecilia comenzó a ocupar cargos en la política desde el 2007, cuando fue electa diputada bonaerense por la 1ª Sección Electoral.
El 2 de agosto del 2022, tras la renuncia de Sergio Massa para asumir el cargo de Ministro de Economía, la diputada del Frente Renovador marcó un antes y un después en la historia de la Cámara de Diputados, transformándose en la primera mujer en ocupar el cargo de Presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación.
Aquel día, los discursos de los diferentes legisladores indicaron la relevancia que tendría su rol, no sólo por escribir un nuevo capítulo dentro de la historia de la política argentina, sino por el desafío que implicaba realizar acuerdos políticos dentro de un Congreso de la Nación tan polarizado.
La sucesora del tigrense sabía a lo que se exponía. El día de su asunción expresó que “soy consciente de que tengo una responsabilidad por ser mujer, me genera un orgullo extra. No se confundan, no voy a gobernar por mis hormonas esta Cámara, sino con mi cabeza, con mi corazón militante y con mis convicciones políticas”.
Las felicitaciones no tardaron en llegar, pero el discurso más contundente fue el de la diputada Graciela Camaño de Identidad Bonaerense, que expresó que “¿de qué le echan la culpa a Moreau? Por ahí leí que no ameritaba porque era ‘la hija de’”.
Y agregó que “yo quiero que ahí haya una mujer. Y no tuvimos ni tenemos la suerte de que se entienda la necesidad de que las mujeres ocupen cargos relevantes”. Luego, cerró diciendo que “en ese lugar, después de 158 años, se va a sentar una mujer”.
Pero lo que le esperaba no era tan halagador. Desde su inicio, la gestión de Moreau estuvo atravesada por dificultades, ya que la votación para que ella asumiera el cargo no fue por unanimidad. El presidente del bloque radical, Mario Negri manifestó que “sin abrir un juicio de valor respecto de la persona propuesta, nosotros nos vamos a abstener”.
Además de Juntos por el Cambio, se abstuvieron los bloques Córdoba Federal y la izquierda. Por su parte, Javier Milei (La Libertad Avanza) votó en contra, aunque la diputada logró el apoyo del Partido Socialista, de Identidad Bonaerense y del Interbloque Provincias Unidas.
Cronología de la gestión Moreau en Diputados
Su mandato comenzó con la sesión realizada el 3 de septiembre de 2022, donde se votó un Proyecto de Resolución en repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En ese mismo mes –el 14 de septiembre- se llevó a cabo la segunda sesión. Allí, la Cámara baja recibió al jefe de Gabinete, Juan Manzur que realizó su informe de gestión.
Al día siguiente se convocó a otra reunión del pleno, que tuvo el quórum justo (129), donde se notó cierta indisciplina interna, ya que algunos legisladores de su propio espacio habían llegado tarde al recinto, haciendo peligrar la sesión. Moreau, antes de dar inicio al tratamiento de los proyectos, les advirtió que “les voy a pedir a los diputados, por lo menos a los de mi bloque, que revisen los horarios de sesión”. Luego, bajó la oposición para dar debate a los proyectos de Consenso Fiscal (136 votos afirmativos, 108 negativos y 4 abstenciones) y Prórroga de Impuestos Nacionales (129 votos a favor, 100 en contra y 18 abstenciones).
En la siguiente sesión, realizada el 12 de octubre, se trataron proyectos consensuados, como las modificaciones al Régimen de Regularización Dominial para la Integración Socio Urbana, la modificación a la Ley de Promoción y Fomento de Innovación Tecnológica y la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación al inmueble popularmente conocido como “República de Cromañón”.
El 25 de octubre se llevó adelante la votación más importante de la gestión Moreau: el Presupuesto 2023. Con la ayuda de su principal aliado a la hora de las negociaciones económicas (Massa), la llamada “Ley de Leyes” fue aprobada con el consenso más amplio de la última década (180 votos afirmativos, 22 negativos y 48 abstenciones).
Al mes siguiente –el nueve de noviembre-, también se debatieron proyectos que tenían acuerdos políticos previos, como la Exención de Ganancias para Personal de Salud en remuneraciones percibidas en concepto de guardias obligatorias, el Registro Único de Deudores Alimentarios Morosos de la Nación (RENDAM), la creación del Plan Federal de Capacitación sobre Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la modificación sobre Certificado Único de Discapacidad (CUD), el protocolo modificatorio del Convenio para la Protección de Datos Personales, la Convención Interamericana sobre Protección de Derechos Humanos de las Personas Mayores y el Sistema Integral de Igualdad y Paridad de Género en el Deporte.
El 24 de noviembre fue la última sesión que se realizó con el mayor consenso político. Allí se debatieron el reconocimiento de la Lengua de Señas (LSA) como una lengua natural y originaria en todo el territorio nacional, la modificación sobre Alcoholemia Cero para la conducción de vehículos, el proyecto de procedimientos médicos para la atención de las mujeres y personas gestantes frente a la muerte perinatal y el programa de protección integral de personas con cardiopatía congénita, entre otros temas más.
Realizar la cronología de las sesiones que presidió Moreau ayuda a entender su rol dentro del recinto en un momento tan fragmentado de la política nacional, cuáles fueron los temas acordados y cómo esa dinámica tomó un giro inesperado o esperado, tal vez, a la hora de votarla en la Sesión Preparatoria del primero de diciembre, en vísperas de un año electoral.
Como cada año, las autoridades de la Cámara de Diputados deben ser renovadas, pero, a hasta la fecha de hoy no se ha podido realizar tal votación, ya que los acuerdos se han fracturado al interior del Poder Legislativo.
También, la Sesión Especial pedida para ese mismo día, si bien logró el quórum, se tuvo que suspender por los incidentes entre el oficialismo y la oposición, y, de esta forma, se perdió el número que se necesitaba para continuarla (129). Fuentes de su propio espacio aseguraron que, ese día, la Presidenta se refugió en su despacho – sorprendida y angustiada – por los cuestionamientos hacia su persona y el nivel de violencia que escaló la sesión.
Entre los temas que iban a debatirse estaba la creación de universidades nacionales, que quedó en el tintero.
La sesión convocada para el 21 de diciembre no consiguió el acuerdo político y no pudo llevarse adelante. La prórroga de sesiones ordinarias, solicitada por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se transformó en un deseo frustrado.
El Consejo de la Magistratura: el quiebre con la oposición
El quiebre con la oposición comenzó cuando Moreau dejó sin efecto la resolución 1608, que nombraba a los cuatro representantes del Poder Legislativo – Vanesa Siley, Rodolfo Tahilade, Álvaro González y Roxana Reyes – en el Consejo de la Magistratura. Esa decisión se transformó en un camino de ida.
A partir de ese momento, comenzó la batalla en el recinto y se rompió todo tipo de acuerdo político. La titular de Diputados quedó expuesta y fue asociada a la jugada política realizada en el Senado de la Nación por Cristina Fernández de Kirchner, de dividir su propio interbloque en dos para sumar un representante más dentro del Consejo.
El radicalismo no se quedó en su lugar y luego presentó un recurso de amparo para rechazar la medida de Moreau.
Durante una conferencia de prensa que realizaron los opositores, luego de caerse la Sesión Preparatoria, el diputado Negri cuestionó el rol de la titular de la Cámara. “Por primera vez, la presidenta de la Cámara ha decidido no representar al cuerpo ni defender al cuerpo, sino que ha decidido asociarse a la estrategia de Cristina Fernández de Kirchner, que es paralizar las instituciones, el Consejo de la Magistratura”.
Por su parte, Cristian Ritondo pidió que “saquen la resolución que presentaron. Que los cuatro representantes de la Cámara en el Consejo de la Magistratura sea un hecho y se le tome la jura inmediatamente”.
Asimismo, el Interbloque Federal también se manifestó: “El trabajo del Congreso tiene que centrarse en los grandes temas que hoy angustian y preocupan a la sociedad argentina”.
Incertidumbre legislativa
En estos días, la continuidad de la “gestión Moreau” al frente de la Cámara de Diputados se encuentra a la espera de la reelección por parte del cuerpo.
Las especulaciones y las críticas de la oposición giran en torno a la falta de diálogo y a la construcción de alianzas políticas para continuar con el funcionamiento del Poder Legislativo, frente a un año electoral en el cual se medirá quién tendrá más poder, dentro y fuera de cada espacio.
Desde el entorno más cercano a la titular de la cámara baja aseguran, también, que es una cuestión de género, ya que algunos legisladores de la oposición piden por el regreso del exdiputado Massa. La relación del ministro con la oposición no es la misma que la de su sucesora. Se sabe que el tigrense siempre fue el principal armador político y mantiene una muy buena relación con los jefes de los bloques que integran Juntos por el Cambio –es amigo incluso de Ritondo y Emilio Monzó-, tal como quedó demostrado en la votación del Presupuesto 2023.
Lo cierto es que la Cámara Diputados se encuentra paralizada y agrietada por las agendas políticas que dividen las aguas.
Si bien el Presidente convocó a sesiones extraordinarias a partir del 23 de enero hasta el 28 de febrero, con un temario de 27 proyectos, entre ellos, el pedido de juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia, el cuerpo aún no logró sesionar, aunque se espera la convocatoria por parte del FdT para el 28 de febrero.
La incertidumbre de cómo se continuará trabajando, al menos en la Cámara de Diputados, está más presente que nunca.