“Tenemos 200 carteles y ya no sabemos qué poner”, se oye en los pasillos del ministerio del Interior y Transporte, la fortaleza desde donde el ministro Florencio Randazzo prepara, meticulosamente, los pasos a seguir de cara a lo que será, quizá, la batalla más importante de su carrera política: las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de agosto, donde deberá enfrentarse, ni más ni menos, con el gobernador bonaerense Daniel Scioli, el precandidato presidencial K que mejor mide después de la presidenta Cristina Kirchner.
Es que en entre los colaboradores del ministro son conscientes de que, a pesar de mostrar eficiencia en la gestión, los márgenes de logros para mostrar son acotados: SUBE, Seguridad Vial, Trenes y Nuevo DNI. Por lo que apelan a explotar al máximo estos temas, a fuerza de fotos y gacetillas de prensa.
Por su parte, Randazzo, obsesivamente, repasa a diario todo lo que se habla sobre él en los medios y se esmera en “pegar” su nombre al de la Presidenta, con el fin de apuntalar su sueño presidencial. No en vano, este miércoles, admitió que imagina que “lo más probable es que Cristina me llame y me diga: «Flaco, quiero que seas el candidato del espacio»”.
En el entorno del ministro, incluso, reconocieron a Noticias Urbanas que ya es casi un ejercicio el hecho de conseguir el zócalo televisivo en el que Randazzo haga referencia a “la Jefa”. La misma política lleva adelante en sus redes sociales y sitio web, donde exprime al máximo cada anuncio o imagen compartida con Cristina.
Quien lo asesora es el consultor político Mario Riorda, ex decano de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de la provincia de Córdoba, que incluso le preparó un manual al funcionario; que también ha sabido reunirse, en busca de consejos, con el multifacético conductor de radio y televisión, Bautista “Beto” Casella.
Según Riorda, Randazzo es junto con el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, el precandidato presidencial que más ha crecido en los últimos meses. Aunque aún parece lejos de poder arrebatarle la candidatura oficial a Scioli.
De todos modos, en las oficinas de 25 de mayo al 100, saben “de primera mano” que “Florencio no piensa en bajarse”. Y aseguran: “Él no quiere ser candidato a gobernador, ni aunque Cristina se lo pida”.
La apuesta de Randazzo para coronar su estrategia era que el titular de ANSES, Diego Bossio, lo acompañe como precandidato a vicepresidente o en la Provincia. Pero el guiño del funcionario nunca llegó.
Para colmo, su coqueteo con Scioli generó malestar en el entorno del ministro. “Juega con todos”, dicen.
Tal vez por eso, cuando Riorda le presentó, a quien busca consolidarse como “el candidato de Cristina”, su colorida propuesta publicitaria -similar a la de la ANSES-, Randazzo la vetó, refugiándose en un delicado degradé que va desde el verde manzana hasta un azul violacio.
