La sesión convocada para el miércoles siete de agosto en la Cámara de Diputados quedó trunca por falta de quórum, lo que impidió la discusión de diversos proyectos que ya habían sido previamente acordados.
Entre estos temas se encontraban los tratados internacionales, la creación del Registro Nacional de Datos Genéticos, la regulación sobre Armas de Fuego y la prórroga del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego.
Previsiblemente, el fracaso de esta convocatoria generó un fuerte intercambio de acusaciones entre los distintos bloques, en medio de las responsabilidades cruzadas y del fastidio del oficialismo por no avanzar con las iniciativas. La controversia principal giró en torno a la visita de seis diputados de La Libertad Avanza a represores condenados, lo que generó el repudio de varios sectores.
Una oposición que se aleja
Desde la oposición se culpó a LLA por el fracaso de la sesión, luego de la negativa de incluir en el temario del día un proyecto para condenar la visita de sus legisladores nacionales a genocidas en el penal de Ezeiza. Según el relato de los bloques, esta visita generó un gran malestar y era necesario discutir una postura oficial al respecto.
En respuesta, el titular de la Cámara baja, Martín Menem, permitió que se realizaran expresiones en minoría -una vez caída la sesión-, durante las cuales los presidentes de los bloques cruzaron al oficialismo.
Desde UP, Cecilia Moreau responsabilizó a los diputados libertarios por el fracaso de la sesión y cuestionó las reuniones con represores condenados. La bonaerense detalló múltiples encuentros, que según relató, se realizaron en distintos lugares, incluyendo Campo de Mayo y la sede de la Fundación San Elías. “En esas reuniones y en esos grupos discuten proyectos para morigerar las condenas de los genocidas”, denunció Moreau y subrayó la gravedad de estos hechos y su impacto en la sociedad.
La postura de Hacemos Coalición Federal
Asimismo, tras la fallida convocatoria, los diputados del bloque Hacemos Coalición Federal (HCF) emitieron un comunicado en el cual explicaron la decisión de no bajar al recinto. En su mensaje, instaron a Menem a recuperar el normal funcionamiento del cuerpo legislativo.
“Creemos que es fundamental que se traten los temas que hacen a los intereses reales de los argentinos y que ése sea el debate prioritario de cada sesión. No vamos a ser funcionales a discutir la agenda identitaria de los extremos del arco político”, señalaron.
Además, el espacio expresó su desacuerdo con la prolongación de los encuentros para discutir cuestiones de privilegio y subrayó la necesidad de convocar a sesiones ordinarias que incorporen en la agenda parlamentaria proyectos que respondan a las demandas de todos los argentinos.
Condena del Frente de Izquierda
El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) también se pronunció enérgicamente contra la visita de los legisladores oficialistas a los represores. Por su parte, Mónica Schlotthauer rechazó el proyecto de la LLA, que condenaba a sus propios diputados por la reunión con los represores de la última dictadura militar, acusándolos de hipócritas al hablar de la democracia mientras apoyaban medidas autoritarias.
“No pedimos que nos den las actas, tenemos claro que hay una dictadura que persigue a los candidatos golpistas y a los compañeros trabajadores que piden en Venezuela el derecho a sindicalizarse”, declaró.
En la misma línea, su colega Christian Castillo se sumó a las críticas y sostuvo que hay un plan de impunidad en marcha, apoyado por el Gobierno, para liberar a los condenados por delitos de lesa humanidad.
“Se preparó un plan de labor para que el oficialismo zafe de algo gravísimo, de lo que no va a poder zafar tan fácil”, afirmó Castillo y solicitó que se constituya una comisión que investigue la gravedad de estos hechos.
La defensa de La Libertad Avanza
Desde el oficialismo, Santiago Pauli acusó al peronismo de no haber habilitado el quórum y de ser cómplice de la situación en Venezuela. “Los que no dan quórum hoy son cómplices de lo que pasa en Venezuela”, afirmó Pauli, quien defendió la postura de su bloque y pidió discutir los temas de fondo, en lugar de “poner excusas”.
Un nuevo fracaso
Cabe mencionar que la sesión se cayó transcurrida la media hora reglamentaria y por no lograr los 129 diputados que necesitaba el oficialismo para dar inicio a la convocatoria. Durante la breve jornada, el presidente del bloque de UP Germán Martínez responsabilizó a los libertarios por la fallida sesión y cuestionó la forma en que se estaba llevando adelante la labor en el recinto. “Revisé cómo están llevando adelante la tarea parlamentaria porque claramente generan grave perjuicio a nosotros, a ustedes y a sus aliados”, aseveró Martínez.
Uno de los aliados del Gobierno, el jefe del Pro Cristian Ritondo, pidió extender el horario para alcanzar el quórum, señalando que algunos diputados se habían demorado debido a problemas con los ascensores del Palacio Legislativo. Sin embargo, Moreau se opuso y argumentó que ya había planteado este tema en sesiones anteriores, sin recibir respuesta.
Antes del receso, LLA había convocado a esta sesión, pero las acusaciones cruzadas, la falta de acuerdos parlamentarios y la controversia por la visita de diputados a represores condenados evidenciaron el clima de confrontación y desconfianza entre los distintos bloques.
La necesidad de recuperar el normal funcionamiento del cuerpo legislativo y de centrarse en los temas que realmente importan fue un reclamo compartido por varios sectores, aunque las diferencias en cuanto a la agenda y a las prioridades continúan siendo un obstáculo significativo.
La falta de aptitudes políticas de las que hacen gala los representantes de un bloque oficialista huérfano de cuadros, permite suponer que habrá más desencuentros en el futuro.