La FUA tiene nueva presidenta: una radical de 25 años

La FUA tiene nueva presidenta: una radical de 25 años

Se trata de Piera Fernández De Piccoli.


El Frente Reformista-Universidad Pública y Gratuita, una alianza de radicales, socialistas, independientes y peronistas descontentos con el Gobierno, ratificó su hegemonía en la Federación Universitaria Argentina (FUA) y puso al descubierto las limitaciones del kirchnerismo para pisar fuerte en el movimiento estudiantil.

Con 322 votos en una asamblea de 685 delegados –un respaldo del 47%-, el Frente Reformista consagró en la presidencia de la FUA a Piera Fernández De Piccoli, de 25 años, militante de Franja Morada y estudiante de ciencia política de la Universidad Nacional de Río Cuarto. La fuerza universitaria consolidó, así, el liderazgo que conserva desde 1983.

Los delegados de La Cámpora y de algunos sectores peronistas, en franca minoría, no participaron del congreso estudiantil, realizado en la Facultad de Medicina y transmitido por streaming y por pantallas en la plaza Houssay, donde unos 5000 estudiantes de distintas fuerzas políticas esperaron el resultado de la votación.

En segundo lugar se ubicó la lista Todos por la Universidad Pública con 59 votos, conformada por una coalición de agrupaciones peronistas y kirchneristas, que ocupará la Secretaría General. El Frente MNR + Sur obtuvo 57 votos y la agrupación Izquierda en la FUA reunió 35 sufragios.

Fernández De Piccoli conducirá la federación universitaria por los próximos dos años y sucede al radical Bernardo Weber, de Tandil. La nueva presidenta cursa el último año de ciencia política en la Universidad Nacional de Río Cuarto, donde cumplió su mandato como consejera superior por el claustro estudiantil. La FUA representa una población de dos millones de estudiantes universitarios en el país.

Con fuertes críticas a las políticas educativas del gobierno de Alberto Fernández, el espacio reformista basó sus propuestas en la necesidad de plantear exigencias en torno al presupuesto universitario y a los programas de becas, entre otras demandas.

Deserción de La Cámpora

El congreso se desarrolló luego de una intensa pulseada política entre la conducción saliente de la FUA y las agrupaciones identificadas con la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y La Cámpora.

En las semanas previas, estas dos listas retiraron a sus representantes en la Junta Ejecutiva, al no prosperar su intento de permitir que participaran en la asamblea delegados de centros de estudiantes que no renuevan su conducción desde hace más de un año y medio, lo que no está permitido en los estatutos de la FUA.

Además de Franja Morada y sus aliados, rechazaron el reclamo del kirchnerismo el Movimiento Nacional Reformista (MNR), que no forma parte de la alianza que conduce la FUA, y agrupaciones de izquierda. Ya en 2012, las agrupaciones kirchneristas intentaron formar una FUA paralela, para deslegitimar a la conducción de la organización estudiantil, pero al no lograr apoyos significativos desistieron de la ruptura y se reincorporaron a la FUA.

De todos modos, La Juventud del PTS, que integra el Frente de Izquierda Unidad, con presencia en 23 universidades planteó también irregularidades en el proceso de admisión de delegados y advirtió que “se dejó afuera a representantes de distintas facultades, al desconocer la elección de autoridades de centros estudiantiles de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur, con sede en Bahía Blanca, de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán.

En el último año se realizaron 321 elecciones en las principales universidades del país y la lista reformista se impuso en la mayoría de ellas. Se revalidó la primaciía en las federaciones de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Litoral, Nordeste, Tucumán, Mar del Plata. Incluso, alcanzaron la conducción en 11 de los 17 Centros de estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata, bastión del kirchnerismo.

“Ganamos con más del 60% en la Universidad Nacional de Chaco Austral, creada por el gobernador Jorge Capitanich como un refugio político. También en la Universidad de Río Cuarto, donde el kirchnerismo perdió la federación y pasó de conducir seis centros de estudiantes a uno”, manifestó Weber, el presidente saliente, que condujo la FUA desde 2018 y cuyo mandato se prolongó a raíz de la pandemia.

En mayo de este año, el reformismo consagró su mayoría en la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y se afianzó el retroceso del kirchnerismo y de organizaciónes de izquierda en la principal universidad del país.

Presupuesto y becas

“El rol de la universidad pública es comprometerse con la sociedad. Por eso planteamos la necesidad de fortalecer el sistema de becas y el presupuesto, con el fin de garantizar el acceso a miles de estudiantes en todo el país”, proclamó Fernández De Piccoli, al ser elegida en el congreso.

Las principales propuestas de la lista reformista giran en torno del fortalecimiento del presupuesto para las universidades nacionales. “Hoy no se cumple la obligación de destinar al sector educativo el equivalente al 6% del PBI”, señaló la conducción de la FUA. A ello se suman reclamos para lograr la ampliación del programa de becas, con más cupos y la actualización de los montos por inflación; modernización de los planes de estudio, un plan de conectividad, inversiones en infraestructura para incorporar herramientas digitales y virtuales en las clases y políticas de género y diversidad, entre otras demandas.

Antes de que sesionara el congreso, se reunieron las comisiones de discusión política en la Facultad de Odontología, para debatir propuestas sobre el presupuesto universitario, el Rol de Movimiento estudiantil en el siglo XXI, las universidades públicas como “protagonistas de un nuevo pacto económico y social”, y políticas de género y diversidades en las universidades nacionales.

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