Los vecinos del barrio de Palermo se mostraron satisfechos con la nueva ley que se votó en la Legislatura porteña en la última sesión del año que prohíbe el accionar de cuidacoches y limpiavidrios. Es sabido que en la Comuna 14 esta actividad era algo habitual debido a la gran oferta de locales gastronómicos y eventos culturales.
A raíz de ello, Alejandro Pérez, presidente de la Junta comunal, se manifestó conforme y señaló que “esta medida era una deuda pendiente con la ciudadanía que se veía extorsionada y a veces amenazada por estos individuos en la vía pública” y recordó que “desde el Pro se venía persiguiendo la regulación de este tema desde hace muchos años”.
“En líneas generales, la ley me parece satisfactoria, ya que, por un lado, continúa autorizando el trabajo de personal autorizado por el gobierno como discapacitados y adultos mayores, y además, y uno de los puntos más importantes, apunta a las organizaciones delictivas que por atrás se beneficiaban con esta actividad, como las barras bravas”, agregó el funcionario.
“Además, está muy bien que las penas aumenten cuando se increpa y hostiga a las mujeres, algo razonable cuando uno observa cómo se comportan estos personajes en cualquier semáforo”, indicó.
Al referirse a Palermo, Pérez contó que durante su gestión él mismo denunció a varios “trapitos” y que justamente días pasados, antes de la sanción de la ley, realizó una denuncia contra uno de ellos que vestía campera del Gobierno de la Ciudad y ejercía su accionar en la cuadra de la Comisaría 14C (ex 53). “Obviamente no era un empleado público pero utilizaba dicho uniforme para confundir a los vecinos”, agregó.
Para concluir opinó que esta normativa “busca devolver la tranquilidad a quienes viven o visitan la ciudad para hacerlos sentir más seguros y protegidos”.