La negativa de la Iglesia a aceptar la donación por 16 millones de pesos del Gobierno argentino no fue por Mauricio Macri, sino por el manejo de Scholas Ocurrentes, pese a la advertencia del sumo pontífice: “Tengo miedo que comiencen a resbalar en el camino hacia la corrupción”.
Ahora un nuevo capítulo se inscribe en ese marco. Se trata del Partido por la Paz que se iba a jugar el 10 de julio en La Plata y que fue suspendido a pedido de Francisco ya que se sintió molesto por el uso de su imagen y los negociados que hay detrás del encuentro.
Francisco estaba molesto con los organizadores del encuentro y lo que considera un despilfarro de dinero, que incluye gastos innecesarios en viajes de dirigentes.
Scholas –según la web Vativcan Insider- continuaba con “la explotación publicitaria de ese cotejo (el Partido por la Paz) y de la propia imagen de Francisco” entre empresas y marcas reconocidas de Argentina, algo que Francisco no pudo tolerar.
Conocida la fulminante decisión, Scholas emitió un comunicado de apenas tres líneas en el que intentó adjudicarse la decisión, sin mayores precisiones de los motivos. “La Fundación Pontificia Scholas Ocurrentes informa que el Papa Francisco está de acuerdo en postergar el Partido por la Paz en Argentina que iba a realizarse el 10 de julio en el Estadio Ciudad de La Plata”, sostiene el texto.