El manejo de las fuerzas de seguridad es complejo. Todo resulta más fácil cuando se esta en la oposición. Los políticos que lanzan ideas geniales y soluciones fantásticas sobre como gestionar a la policía, casi siempre lo hacen desde la oposición, no importa el partido al que pertenezcan, eso es lo de menos, dar soluciones sin tener la responsabilidad de gestionar es un clásico.
“En la Federal la mayoría de los Superintendentes, comisarios de peso y la tropa estaban en contra del traspaso a la Ciudad. Román Di Santo fue el único que apoyó el pase, sabiendo que eso lo mantendría en sintonía con los nuevos jefes políticos del Pro. Y como la Federal es una fuerza vertical, se terminó aceptando lo que dijo el jefe. Pero ahora, Di Santo no está y nadie cree que los nuevos jerarcas se desvivan por colaborar con el gobierno porteño para realizar el pase”, le dijo a Noticias Urbanas un comisario mayor de la PFA.
Un legislador macrista que se especializa en temas de seguridad confirmó la dicho por el comisario. “Di Santo estaba comprometido con el traspaso y para nosotros era fundamental su colaboración para llevarlo a cabo. Y debido a lo complejo de la transferencia no se puede llevar a cabo si la Federal no ayuda. Ahora la cosa cambió y todavía no sabemos la actitud que tomará la nueva jefatura. Es evidente que el traspaso se complicará con estos reacomodamientos en la Federal. Y eso preocupa a Horacio”, le contó a NU el diputado porteño.
El Pro está sufriendo los problemas de la gestión en materia de seguridad. Tanto en la provincia de Buenos Aires, como en la Nación y en la Ciudad, el manejo de la policía bonaerense, de la Federal y el traspaso de la fuerzas de seguridad a la Capital se transformaron en cuestiones que desde los primeros días de gestión le trajeron más de un dolor de cabeza a los funcionarios del Pro.
La política de Cambiemos de mantener la continuidad de los sectores que manejaban la policía Federal y de la provincia, para no realizar cambios bruscos de entrada, que enojaran los uniformados, demostró ser desacertada.
La renuncia de Román Di Santo a la jefatura de la PFA perjudica directamente al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta,
Di Santo provenía de Comunicaciones y era un poli de escritorio y dialoguista. Néstor Roncaglia es un operativo y viene de Drogas Peligrosas. Un duro respetado por la tropa y menos manejable que su antecesor.
“A Roncaglia lo banca la tropa y ellos están en contra del traspaso, así que el jefe no perderá el apoyo de los suyos comprometiéndose con un pase que el tampoco apoya”, manifestó el comisario.
De la actitud que tome el nuevo jefe dependerá que el traspaso se realice en tiempo y forma. Aunque nadie duda de que el pase se concretará, el camino que tendrá que recorrer el gobierno de Larreta para lograrlo, ya no será tan apacible como imaginaban desde el Pro. Es más, muchos aseguran que el camino será ripioso, lento y con una colaboración pública del jefe de la Federal que no siempre. o en contadas ocasiones, se corresponderá con los hechos.