La sorpresa fue grande. Tras las declaraciones de Martín Insaurralde sobre la baja de la ley de imputabilidad, los voceros usuales de la Casa Rosada salieron a contradecir al candidato a diputado nacional por la Provincia del Frente Para la Victoria.
Su compañero de lista, Carlos Kunkel, fue uno de los primeros en responderle: “Nunca votaría un proyecto así, el peronismo nunca votó una ley represiva”. Lo llamativo del caso fue que el tono confrontativo de Kunkel, tan característico del diputado, esta vez fue emulado tanto por Aníbal Fernández como por Juliana di Tullio. Mientras el senador afirmó que “no votaría bajar la edad de imputabilidad”, la jefa del bloque de diputados kirchnerista aseguró que dentro del partido “no se está discutiendo el tema”.
La estampida de declaraciones “propias” le cayó muy mal al intendente de Lomas de Zamora, quien, según dicen en su entorno, no se quedó de brazos cruzados y llamó a su par de Tigre. Aparentemente, y a sabiendas de un resultado irreversible en favor de Sergio Massa, habrían acordado reunirse después de las elecciones de octubre.
Y ahí no terminan los puentes que tendió el kirchnerismo con otras fuerzas en estos días. También el gobernador bonaerense Daniel Scioli habría mantenido esta semana una conversación telefónica con el líder del Pro, Mauricio Macri.
Es que a pesar que la lista de candidatos a diputados del Frente Renovador está integrada por algunos representantes del PRO, Macri le bajó el pulgar a Massa al decir que “eso no significa que tengamos algo para construir juntos”.
